Cuando el realizador Jean-Luc Godard aún era crítico de Cahiers du cinéma, se preguntaba si podía considerarse el cortometraje como cine. Aquella provocación –que negaba, incluso, sus propios comienzos en ese terreno– impuso una clave para el debate, un debate que durante todo el mes de mayo será el centro de la programación cinematográfica del Centro Cultural Ricardo Rojas (Corrientes 2038), dependiente de la Universidad de Buenos Aires. Toda una serie de cortos de distintos géneros, formatos, temáticas y estéticas (ver recuadro) coparán la pantalla del Rojas, bajo la consigna “El mes más corto del año: el corto es la estrella”. El abanico es tan amplio que incluye desde los films pioneros de ese padre fundador del cine que fue el estadounidense David Wark Griffith hasta un festival del nuevo cortometraje argentino, pasando por films inéditos en el país del realizador checo Jan Svankmajer y los celebrados trabajos en el campo de animación de Nick Park y su Aardman Studio, de donde salieron personajes ya clásicos, como Wallace & Gromit.
“Sobre una idea original más acotada, fuimos ampliando la muestra de acuerdo a la riqueza del campo de abordaje”, señala el crítico Sergio Wolf, curador del ciclo y responsable de la programación cinematográfica del Rojas. “Tratamos de que no fueran solo films de ficción sino también que hubiera una variación muy grande en cada segmento: experimentales, animación, documentales. También buscamos el efecto sorpresa, para que el público se encuentre con un panorama tan diverso como cambiante”, comenta Wolf. El lunes 12 empieza la sección destinada a los cortos de animación pertenecientes a los estudios Aardman, que fueron mundialmente conocidos por los trabajos en plastilina y de donde surgieron los simpáticos y actuales Wallace & Gromit. Entre los dibujos que se proyectarán figuran algunas realizaciones de Nick Park, quien obtuvo tres premios Oscar por sus cortos animados en tres ocasiones.
Una de las perlas del ciclo es la jornada dedicada al realizador checo Jan Svankmajer (lunes 26), de quien se exhibirán siete cortos, entre ellos Muerte del stalinismo en Bohemia (1990). “Me parece que es uno de los más grandes trabajos sobre técnicas mixtas en animación que haya visto en los últimos años: hay archivo, foto fija, filmación de tipo documental, animación de plastilina y, al mismo tiempo, es una especie de mirada del totalitarismo de la Praga invadida por Stalin. Además tiene un tratamiento humorístico”, indica Wolf. “También hay varios muy breves de Svankmajer que son sobre la comida. Es una especie de surrealista confeso. Y, en ese sentido, es un rara avis, porque nadie se asume como surrealista en esta época, parece pasado de moda. Por otro lado, su cine es muy irónico sobre las convenciones sociales, la solemnidad y con un dominio extraordinario de las técnicas de la animación”, agrega.
La sección “Cortometrajes clásicos” (lunes 19) permitirá observar la metodología de trabajo de Griffith y tiene la particularidad de que todos los trabajos fueron elaborados por el realizador en un mismo año: 1912. En sus trabajos previos (1909-1911), “él fue investigando y trabajando las posibilidades del cine. Cada uno de ellos tiene un trabajo específico en relación a su óptica sobre algunas zonas: hay uno que trabaja la cuestión del montaje paralelo, en otro aborda la gestualidad o el cine mudo. También va variando de género. Más que un territorio donde alguien se prepara para un largo, es como una prueba o ensayo sobre las posibilidades de lenguaje del cine”, explica Wolf.
Entre los films de la jornada denominada “Cortometrajes argentinos: antes del largo”, se destaca El contorsionista, de Juan José Campanella. El corto del director de El hijo de la novia está basado en una historieta de Carlos Trillo y pertenece al género ficción. El miércoles 21 y jueves 22 será el turno de la sección destinada a los directores noveles. Allí se exhibirán veinte cortometrajes seleccionados por el Rojas y provenientes no sólo de Capital Federal sino también de Rosario, La Plata y Córdoba.