Casi tres años después de sus últimos shows, el trío brasileño Paralamas volverá a tocar en Buenos Aires, esta noche y mañana a partir de las 22.30 en el Teatro Gran Rex. El regreso –para presentar Longo caminho– está rodeado de una fuerte carga emotiva, potenciada en este caso por la relación de amor que los une con la ciudad, sus músicos y su gente. El 4 de febrero de 2001, el líder del grupo Herbert Vianna sufrió un gravísimo accidente aéreo, en donde perdió la capacidad motriz y en el que falleció su esposa Lucy. Para los médicos tenía apenas un 10 por ciento de posibilidades de sobrevivir. Pero sobrevivió. De a poco, y con todo el esfuerzo físico y mental que un proceso de recuperación así puede demandar, el músico brasileño “más argentino” de todos, admirador y amigo de Fito Páez y Charly García, comenzó a recuperar la memoria y las ganas de tocar. Su regreso a la música se produjo cuando fue invitado a participar del disco que el ahora ministro de Cultura de Brasil Gilberto Gil grabó en homenaje a Bob Marley. Luego de ensayos y una muy comentada aparición televisiva, apareció Longo caminho, un disco visceral y confesional que el grupo comenzó a presentar en una gira brasileña durante el año pasado.
Esta noche y mañana, puede pronosticarse, será una fiesta del reencuentro entre el grupo y el público porteño. Cuando ese romance comenzó, los brasileños grabaron una versión en portugués de “Parate y mira” de Los Pericos, “Track Track” de Fito Páez, “De música ligera” de Soda Stereo y “Viernes 3 am” de Seru Giran. Más tarde, Vianna compuso con Charly García una canción llamada “El vampiro bajo el sol”. Esta noche y mañana, cuando las figuras familiares de Herbert Vianna, Bi Ribeiro y Joao Barone aparezcan sobre el escenario del Gran Rex –lugar de varios de sus grandes shows–, será el momento de creer en los milagros o en algo muy parecido a ello.