ESPECTáCULOS
› CANAL 9 ENTRO EN CESACION DE PAGOS
Hadad hace su convocatoria
A causa de una deuda millonaria, Daniel Hadad hizo la presentación de convocatoria de acreedores. Ya hubo veinte despidos.
› Por Emanuel Respighi
La crisis económica y financiera que sacude al país no discrimina niveles de poder. En el día de ayer, el turno le llegó al mundo de la televisión: Canal 9 se presentó a convocatoria preventiva de acreedores. Mediante un comunicado difundido anoche por la oficina de prensa del canal, el directorio de Telearte SA confirmó la noticia y argumentó que la medida se tomó con el objetivo de “garantizar la continuidad de la emisora”. En medio de un déficit operativo constante y una millonaria deuda, el canal perteneciente en su totalidad al empresario y periodista Daniel Hadad decidió recurrir a la Justicia para “congelar” la deuda por un tiempo y negociar con los acreedores el pago de ésta con una importante quita de capital. Al mismo tiempo, Página/12 supo que el martes se efectivizaron los despidos de alrededor de veinte empleados del canal. La presentación judicial podría ocasionar modificaciones en la grilla de programación del 9 durante los próximos días, sobre todo en los ciclos que son realizados por productoras externas, tal el caso de “Rebelde way” o “Rincón de luz”.
Hadad desembarcó en el 9 hace sólo once meses. En el último tiempo, compartió brevemente el control con el empresario editorial Constancio Vigil (h), para luego adquirir su parte en una compleja y polémica operación. Varios conocedorres del medio aseguran que para lograrlo llegó a un acuerdo en las sombras con Raúl Moneta, el antiguo banquero de Menem. Un sombra que también se extiende al canal América, donde reina su amigo José Luis Manzano. Hadad presentó el canal a concurso de acreedores por segunda vez en la historia de la TV argentina. La primera emisora en haber presentado esta instancia judicial había sido justamente América, hace poco más de dos años. En aquella ocasión, a un año de haber comprado el canal, el empresario Carlos Avila inauguró el camino jurídico para el salvataje de una emisora sumamente endeudada.
Según el comunicado emitido por el canal, que actualmente se ubica tercero en las mediciones de rating, la medida se llevó a cabo “a los fines de reestructurar la deuda, revertir la situación de déficit operativo constante, continuar con sus actividades y programación habitual, y así proteger la fuente de trabajo y los intereses de sus acreedores”. Si bien el monto total de la deuda no pudo conocerse, una fuente cercana al canal informó que la misma ascendería a los 30 millones de dólares, con un déficit operativo mensual de 500 mil dólares. O sea que desde la llegada de Hadad, la deuda habría crecido unos 6 millones de dólares.
“Los embargos trabados sobre las cuentas corrientes de sociedad del grupo ocasionados principalmente por los juicios laborales originados en administraciones anteriores, se extendieron además a las cuentas a cobrar que las mismas tienen con agencias de publicidad. Con estas medidas se obstaculizó no sólo la operatividad de la empresa, sino también el flujo de ingresos genuinos de la misma”, continúa el comunicado.
La idea de los directivos del 9 sería, entonces, cancelar la totalidad de la deuda externa e interna que posee el canal. La externa –ajena al canal– se reparte mayoritariamente entre la compra en el exterior de material fílmico y el pago a las productoras de los programas de ficción. En ese rubro se encuentran las deudas contraídas con los productores israelíes Yair Dori y Nadav Palti por “Rebelde way” (ascendería el millón y medio de dólares), a Sebastián y Alejandro Borensztein por “Malandras” y a Gerardo Sofovich por “La peluquería de los Mateos” y “Yo soy Panam”.
En tanto, la deuda interna corresponde a los salarios atrasados al personal de la planta estable del canal. Los veinte despidos que se produjeron el martes no corresponden a personal del área artística. En todos los casos, los empleados despedidos –algunos con más de 25 años en la empresa– corresponden a los sectores administrativos y técnicos. Los directivos del 9 aducen que los despidos recayeron en personal que había faltado reiteradamente a jornadas laborales, sin justificación alguna. Los trabajadores cesanteados niegan la acusación.