Sáb 14.06.2003

ESPECTáCULOS  › ESTRENAN HOY “EL PRINCIPITO”

Para todo público

El cantante Juan Carlos Baglietto cuenta por qué aceptó protagonizar –junto a Patricia Sosa y el niño Sebastián Francini– una versión en clave musical del inoxidable clásico de Antoine de Saint Exupéry.

› Por Oscar Ranzani

Hace sesenta años Antoine de Saint Exupéry, aviador y escritor francés, publicó su obra cumbre El Principito, uno de los libros más leídos en la historia de la literatura. Pero Saint Exupéry se quedaría sin saber el impacto mundial de la aventura literaria de un jovencito que viajaba por diversos planetas (que tangencialmente, se referían cada uno de ellos a las miserias humanas) porque la muerte encontraría al escritor en 1944 piloteando su avión. Sin embargo, El Principito trascendió al deceso de su creador y actualmente es un clásico de la lectura infantil y... no tanto. Esa aventura literaria se transformará esta tarde en una odisea musical en el teatro Opera ya que El Principito subirá al escenario en una versión artística multidisciplinaria que combinará la puesta en escena teatral, interpretaciones actorales, imágenes audiovisuales, música y coreografías. El elenco está encabezado por Juan Carlos Baglietto –que se calzará el traje del aviador– junto a Sebastián Francini (El Principito) y Patricia Sosa, entre otros artistas. La dirección es de Eduardo Gondell, el director musical es Eduardo Frigerio y Hugo Gómez es el responsable de la dirección de coreografías. Los interesados en verla deben saber que, en principio, habrá cuatro presentaciones: hoy (sábado 14) y mañana a las 17 y el sábado y el domingo próximos a las 16.
“Tenía nueve o diez años cuando leí el libro, que me lo regaló mi mamá, pero debo confesar que no lo entendí”, cuenta Baglietto, entre risas, en entrevista con Página/12. “En realidad, lo entendí como un cuento. No lo volví a leer hasta el anteaño pasado en que me ofrecieron hacer el personaje del aviador. Y recién ahí entendí el verdadero sentido de la historia”, agrega. Baglietto, uno de los referentes de la música nacional de los últimos veinte años, se ganó la vida, antes de grabar su primer disco Tiempos difíciles (1982), animando fiestas y cumpleaños infantiles. En un porcentaje de su carrera, puede pensarse, Baglietto ha actuado canciones, por lo que no era tan raro verlo de protagonista de un musical.
–¿Piensa que El Principito habla de valores que se perdieron?
–No sé si se perdieron. En lo personal, creo que esos valores existen. Está claro que no son los que más presentes están en los medios en este momento. Pero estoy seguro de que existen valores universales que, en alguna medida, están presentes inevitablemente en las relaciones familiares. De todos modos, el hombre va cambiando y, de hecho, vamos perdiendo cosas a medida que vamos creciendo. Vamos dejando de entender. Además, el momento en el cual se presenta una obra como El Principito es maravilloso porque hoy y acá los argentinos estamos tratando de volver a creer. Y El Principito lo que plantea es, en alguna medida, un acto de fe. O sea “todo esto existe”. Pero “lo esencial es invisible a los ojos”. Existen las miserias humanas, existe la vanidad, el resentimiento, el autoritarismo, la obsesión por el dinero. Existe todo eso. Pero ante todo hay valores mucho más importantes que son reencontrarse o rescatar las cosas que uno muchas veces por tenerlas todos los días no las ve. Y creo que en eso estamos los argentinos también. Existe la corrupción, los jueces chorros, la inseguridad. Pero, a la vez, también existen otros valores como la solidaridad.
–¿Coincide con la crítica al mundo del adulto que refleja la obra?
–Coincido en que como adulto he perdido el foco muchas veces de las cosas que son realmente importantes. No estoy haciendo una apología de que el mundo de los adultos no sirve para nada. Ahora, reconozco que muchas veces como adulto he puesto mi energía en cosas que no tenían ningún sentido.
–Teniendo en cuenta que la historia tiene sesenta años, ¿qué les puede seducir a los chicos actuales?
–Hay cuestiones que no vencen. El amor no tiene fecha de vencimiento. El libro más leído del mundo, El Principito, tampoco la tiene. Pueden tener fechas de vencimiento muchas otras cosas. De hecho, muchos otros proyectos para chicos pasaron de largo porque no tuvieron la suerte, la calidad o no sé qué pero es muy difícil subsistir al peso de la historia. Esta es una obra que, probablemente, primero les interese más a los padres que a los chicos. Quiero decir que ésta es una obra en la cual se puede decir: “señores padres pueden venir tranquilos. No les va a parecer una porquería o un opio”. Por eso es un espectáculo pensado para la familia. No es una de esas obras en que uno acompaña a los hijos porque “mi nene quiere ir a verlo, yo voy”.
–Si tuviera que explicar a los chicos por qué lo esencial es invisible a los ojos, ¿qué les diría?
–Les diría que los verdaderos valores están puestos en las cosas que no son tangibles. Las verdaderas cuestiones como la amistad, el amor, el respeto, la solidaridad, no se manifiestan a través de los objetos. O los objetos, en tal caso, pueden ser emergentes de esos valores.

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