ESPECTáCULOS
El diario íntimo de Diego Torres también tiene “Color esperanza”
La señal MTV estrenará hoy un programa sobre la intimidad del músico, incluyendo el backstage del show ante el Papa, en España
› Por Roque Casciero
Los fanáticos de un cantante suelen no conformarse con apilar los discos en algún estante de su casa. No: ellos deben tener las grabaciones de los conciertos, las entradas y programas como recuerdo, fotos, posters y videos de cada aparición de sus ídolos. Los verdaderos fanáticos, muchos de ellos poseedores de neurosis que traspasan lo aceptable, mueren por conocer hasta el más guardado secreto, por comprender cómo funcionan las mentes de los artistas que los desvelan. Y para ello, ¿qué mejor que inmiscuirse en los rincones a los que pocos tienen acceso? En la época en la que la televisión no sólo muestra el nacimiento de idolatrías efímeras sino que las promueve, era lógico que alguien se propusiera exhibir el diario íntimo de bandas y cantantes. Ese trabajo se lo ha tomado la MTV con su serie “Diary”, que ya mostró la cocina de Enrique Iglesias, los Pericos y Mario Pergolini. Y que hoy a las 16.30 (repite el sábado a las 10 y el domingo a las 14) acompaña a Diego Torres a su último viaje a España –donde tocó frente al Papa– y en los momentos previos a su show en el estadio de River Plate.
La estructura de edición de programa es simple y efectiva: muchas horas junto al artista, sumadas al relato posterior de éste, precisamente a la manera de un diario íntimo. Con el gran trabajo de edición del programa, parecería que la MTV puede sacarle el jugo hasta al más hosco de los músicos. Pero en el caso de Torres no parece necesario: con un humor olmediano, el cantante y actor entretiene incluso a quienes no comparten la devoción por su obra. Torres mira a cámara con complicidad y no para de soltar chistes, salvo cuando le gana la emoción en los momentos previos y posteriores a estar en el mismo escenario que Juan Pablo II. El comienzo del programa es en la habitación del cantante, mientras prepara la valija para el viaje: pone canilleras para jugar al fútbol, una caja de profilácticos y hasta la estatuilla con una lengua que MTV Latino entrega en sus premios anuales. “Nunca se sabe si con la de uno alcanzará”, suelta. Más tarde, en el aeropuerto, con total seriedad le asegura al oficial de inmigraciones que las cámaras son por un documental de Discovery Channel: “Cómo el ser humano se mezcla con el animal en algún punto, y logra cantar y hacer discos”.
El equipo de MTV también lo acompañó al ensayo en el aeropuerto Cuatro Vientos, donde estaba emplazado el escenario para que cantara el megahit “Color esperanza” frente al Papa y a un millón de jóvenes europeos. Y Torres no pudo con su genio. Después de la prueba de sonido, cuando los pocos que había le pedían otra, bromeó: “La gente de la religión católica está pidiendo distorsión, está pidiendo una versión heavy metal, así que nos vamos a ensayar al hotel”. Cuando partían, saludó a unas monjas y enseguida buscó la complicidad de la cámara: “Esta noche salimos”, garantizó. También resulta graciosa la edición de Torres explicando, en un maratón de reportajes, lo que sintió cuando cantó a pocos metros de la máxima autoridad católica, porque la imagen varía, pero el audio no: “Frente al Papa”, “Frente al Papa”, repite una y otra vez.
De todos modos, ese encuentro lo puso serio. “Pude ir a saludarlo. Me sorprendieron su cara, su mirada, sus ojos celestes y, en esa vejez, su sabiduría”, dice. Y también deja el humor de lado para intentar explicar el fenómeno de “Color esperanza”: “La canción ocupó un espacio de algo que muchos estábamos sintiendo o pensando. Todos nos vemos empantanados, como comienza diciendo esta canción. Creo que todos necesitamos, metafóricamente, que lo imposible se cumpla y aceptar que las tristezas pasan porque la vida no es ni eternamente triste ni eternamente alegre. La canción reflejó cositas de la vida tan simples como elementales”.