ESPECTáCULOS
› SE PUBLICA UNA SERIE ECONOMICA DEDICADA AL JAZZ
Los grandes con precio chico
Miles Davis, Duke Ellington y Thelonious Monk son algunos de los nombres incluidos en una colección brillante. Se trata de antologías de material registrado por los sellos Blue Note y Capitol.
› Por Diego Fischerman
La aparición de medios de comunicación como la radio y el disco cambiaron radicalmente el mundo de la música. Las nuevas formas de comercialización y circulación provocaron, también, nuevas formas de escuchar y de componer. Las músicas artísticas de tradición popular que hicieron eclosión durante el siglo XX (el jazz, el tango, el rock, la bossa-nova, entre otras) hubieran sido impensables sin vehículos de transmisión que, como el disco, privilegiaran la escucha sobre otras funciones. En el mundo del jazz, sobre todo, algunas empresas, formadas más por amantes del género que por negociantes, tuvieron un peso considerable en la definición de estéticas. Y si hubo un sello capaz, por sí sólo, de representar toda una manera de entender el jazz, fue Blue Note.
En las grabaciones de esa pequeña casa fundada por el alemán Alfred Lion, entre mediados de la década de 1950 y comienzos de la siguiente se cifró el núcleo central de lo que sería la línea hegemónica hasta la actualidad: el hard bop. Con ese material, más algunas grabaciones más recientes de músicos como el extraordinario vocalista Bobby McFerrin, el sello EMI acaba de editar una serie llamada, con acierto, Jazz Masters. Se trata de antologías de nombres fundamentales en la historia del género: los trompetistas Miles Davis y Chet Baker, el saxofonista Dexter Gordon, los pianistas Thelonious Monk y Duke Ellington y el guitarrista Wes Montgomery. Y el precio al que se venden está lejos de ser un dato menor: 12 pesos. En todos los casos, la selección del material incluido es irreprochable, comenzando por el volumen de Davis que bucea en los dos discos que grabó para Blue Note (junto al gran pianista Horace Silver entre otros) y el histórico Birth of the Cool –registrado por Capitol– junto a los saxofonistas Lee Konitz y Gerry Mulligan y con arreglos de este último, del pianista John Lewis y de Gil Evans.
En el caso de Gordon, el CD incluye grabaciones de comienzos de la década de 1960, junto a algunos de los intérpretes más importantes de la época, como el pianista Herbie Hancock, el vibrafonista Bobby Hutcherson o el trompetista Freddie Hubbard. Las grabaciones de Wes Montgomery corresponden a los años 1957 y 1958, cuando todavía el productor Creed Taylor no lo había convertido en millonario a costa de la propia música. Monk, conocido sobre todo por sus grabaciones para el sello Riverside y por las más tardías, para Columbia, concentra en sus registros tempranos, para Blue Note, un poder revulsivo y una modernidad increíbles. La primera grabación hecha por él de “Round Midnight” (en 1947) y temas como “Misterioso”, “Straight no Chaser”, “Epistrophy” o “Monk’s Mood” convierten a este CD en un comienzo inmejorable para quienes quieran adentrarse en el universo de este pianista que se especializó en tocar cada vez más alejado de los cánones de belleza establecidos. Los registros en que Chet Baker canta y toca la trompeta, con joyas como “Time After Time” o, por supuesto, “My Funny Valentine”, son una joya y vale la pena explorar el volumen dedicado a Ellington, con grabaciones bastante poco frecuentadas, realizadas entre 1953 y 1955.