ESPECTáCULOS
› ESTA NOCHE SE ENTREGAN LOS GRAMMY EN LOS ANGELES
A cada famoso, su regalito
Al margen de la seguridad, los organizadores se desvelaron por averiguar qué podrían obsequiar a las estrellas para garantizar su presencia en la ceremonia, donde U2 y Bob Dylan son favoritos.
› Por Fernando D´addario
Según coinciden casi todos los observadores, no habrá esta noche mucho margen para decisiones sorpresivas o polémicas en la entrega de los Grammy, cuya ceremonia se celebrará en el Staples Center de Los Angeles. La resolución de la fiesta encontrará festejando seguramente a varios de los claros favoritos, como U2, Bob Dylan, India Arie y Alicia Keys, entre otros. Aunque hay cuestiones periféricas que han desvelado a los organizadores del megaevento. La seguridad, después del 11 de setiembre del año pasado, es un tema prioritario cada vez que se juntan más de tres famosos en los Estados Unidos. Pero más allá de este detalle, inscripto en el nuevo manual de las paranoias norteamericanas, la gran preocupación fue: ¿cómo lograr que las estrellas más convocantes del mundo del espectáculo participen de la ceremonia?
El equipo de creativos de la Academia de las Artes y las Ciencias de la Grabación (NARAS) se devanó los sesos para develar qué chiche nuevo podría seducir a una actriz o a un músico que parecería tenerlo todo, entre otras cosas, una cuenta de ocho ceros en el banco (no en un banco argentino, claro). Relojes y viajes, joyas y cosméticos, cámaras digitales y videos figuran entre los múltiples regalos que recibirán los famosos por aparecer en la ceremonia. Quienes se suban al escenario como presentadores de alguno de los premios serán aún mejor gratificados, siempre dentro de los niveles de buen gusto que se manejan en Los Angeles y alrededores. Según fuentes cercanas a la organización, los obsequios para los que acudan con sonrisa sellada a la 44ª edición de los Grammy pueden alcanzar un valor de hasta 20.000 dólares. Si vale el dato, la ceremonia tendrá una teleaudiencia potencial de 1.700 millones de personas en 175 países, así que la fiesta tiene que salir bien.
En el caso específico de Britney Spears, los espías del show biz debieron escarbar bastante para encontrarle un vicio digno de ser satisfecho. Detectaron, después de mucho investigar, que la niña adora tomarse un capuccino en Starbucks. Entonces, para convencerla de que asistiera a la fiesta, la empresa organizadora le consiguió una colección completa de souvenires de la famosa cadena de cafés. Britney quedó encantada.
Pero esa costumbre no es sólo habitual en los Grammy. También tras los American Music Awards, los Globo de Oro o los Oscar, los famosos se llevan cada año a casa una serie de amables atenciones, la mayoría gentileza de los siempre generosos patrocinadores. Ya meses antes de las respectivas entregas de premios, los empleados de empresas como Distinctive Assets y Hollywood Connections, especializadas en regalos para estrellas, estudian cómo agasajar a personas que pueden adquirir todo lo que quieran. Por ejemplo, los organizadores de los American Music Awards en la última edición entregaron a sus invitados estrella unos “scooters”. Michael Jackson, cuya afición por los juguetes es muy conocida, recibió varios. Ya provisto de suficientes regalos para la presente temporada, el músico desistió finalmente de acudir a la fiesta de esta noche (ver recuadro). “Nos esforzamos por tener en cuenta las preferencias de las estrellas”, dice Lash Fary, de Distinctive Assets. En realidad, muchas veces los regalos deben eludir expresamente las preferencias de los agasajados: las exquisitas bebidas alcohólicas suelen formar parte del paquete, pero no cuando se trata de A.J. McLean de los Backstreet Boys o de Ben Affleck. “Tenemos en cuenta que las personas con problemas con el alcohol no reciban estos obsequios”, aclaró Fary, por las dudas, preocupado por las posibilidad de que los obsequios se le escapen de las manos.
La idea de un cheque—regalo de una cadena de comida rápida fue rechazada por los organizadores de los Grammy. Entre los regalos de los American Music Awards, en cambio, se encontraba un pase anual para la cadena californiana “Baja Fresh”, que entre otras cosas ofrece hamburguesas mexicanas. Los obsequiados pueden comer gratis todos losdías, durante un año, junto con otras nueve personas. “Algunos hicieron uso de esa ventaja”, dijo Steven Stein de la empresa Hollywood Connection. “De acuerdo a nuestra experiencia, a los famosos les pasa igual que a los consumidores ‘normales’: si algo es gratis, se aprovecha”.
Hasta ayer, la parte logística de la ceremonia no ofrecía aristas de conflicto. Todo parecía estar sobre rieles: “Unas 1.500 personas están trabajando para que todo esté listo para el espectáculo y pueden estar seguros de que algunas de ellas trabajarán toda la noche”, tranquilizó Ron Roecker, director de comunicaciones de NARAS. Preocupados por garantizar la seguridad de los artistas, invitados y más de 500 periodistas que cubrirán el evento, los organizadores dispusieron en el Staples Center de Los Angeles medidas de seguridad muy superiores a las de años precedentes. “Todo fue incrementado y estamos haciendo lo físicamente posible para que éste sea el lugar más seguro para los Grammy”, agregó Roecker. Por lo demás, todo marcha bien, por ahora. Gracias a una mayor participación de la Academia en el proceso de nominación, esta 44ª edición no contará este año con figuras controvertidas como el rapero estadounidense Eminem. De todos modos, algo de pimienta es necesario: un grupo de estrellas del combinado musical sub 70, encabezadas por The Eagles y Billy Joel, actuarán en Los Angeles para protestar contra lo que consideran contratos opresivos impuestos por las compañías discográficas. Toda una novedad.
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