El gospel, como el jazz, más que una música negra fue, en sus orígenes, una manera negra de hacer la música de los blancos. En este caso, los himnos religiosos (“gospel”, en inglés, significa “evangelio”). Derivado más adelante hacia el rhythm & blues y el soul, este género tuvo un desarrollo propio en Estados Unidos y, sobre todo, definió una manera de cantar para los coros eclesiásticos que, más adelante, terminó independizándose del ámbito del templo. The Great Voices of Gospel es uno de los grupos que mejor hace ese repertorio y hace cuatro años llegó por primera vez a Buenos Aires. Dirigido por Gregory Hopkins, este coro oriundo de Harlem volverá a actuar mañana y el sábado 30, en el Luna Park de esta ciudad.
Como parte de una gira que los lleva también a Chile, Brasil y Uruguay y con presentaciones, además de las del estadio de Buenos Aires, en Mendoza, Córdoba, Tucumán y Rosario, The Great Voices of Gospel realizó anteayer una original promoción, subiéndose a un subte de la línea B y poniéndose a cantar en medio de los pasajeros. El grupo incluirá en sus conciertos no sólo los clásicos del género sino una variedad de piezas corales que abarca desde los oratorios de Händel hasta alguna canción de The Beatles. El coro fue fundado en 1982 por Juanita David y su director actual estudió en la Temple University y en el Curtis Institute of Music de Filadelfia. Es profesor de canto de la Universidad Morgan de Baltimore, Maryland, además de ministro de música de la Convent Avenue Baptist Church.