En el corazón de Palermo Hollywood, entre modernos locales de decoración, vidrieras luminosas y restaurantes que compiten por imponer su diseño, la entrada del Dragon & Sword Tolkien Bar no llama especialmente la atención. El ambiente semioscuro al que se accede a través de una puerta estrecha tampoco se parece en nada a los que pululan en el barrio, y en todo caso recuerda a una taberna medieval. “Todo lo que hay aquí está inspirado en la obra de Tolkien”, explica la dueña del local y presidente de la Asociación Tolkien Argentina, Thelma Contino, en la inauguración del local y mientras esquiva a unos visitantes ataviados de caballeros, que hasta portan espadas y con dificultad consiguen moverse dentro de sus trajes. En vista de lo que ofrece el lugar, no está exagerando: los muebles de madera pesada, los cuadros –mapas y afiches de las películas de El señor de los Anillos– y la tenue luminosidad de las velas componen un escenario propicio para que la imaginación de los fans despegue hacia el universo que propone Tolkien en sus páginas. Y hasta los platos que se sirven en las mesas están inspirados en los que alimentan a los personajes en la ficción.
Entre las especialidades de la casa se sirven salames de jabalíes y ciervos con pan casero y cerveza artesanal tirada (rubia, negra y colorada). En todos los casos, los platos fueron bautizados con los nombres de los personajes o los pueblos de las fábulas del escritor inglés. El “Lomo de la montaña solitaria”, por ejemplo, se compone de un exquisito trozo de carne regado con salsa de cerveza, y acompañado por manzanas doradas y puré perfumado. La “Pechuga Dol Amroth” se sirve rellena con queso de cabra y puerros asados. Los comensales pueden probar también el “Jabalí de Bree”, horneado con miel, zanahorias de la Comarca y castañas, o despacharse con un buen plato de pastas, como las “Cintas Frodo de Hongos Negros”, en salsa de tres tomates. Los mejores postres son el plato de “Chocolate de las Quebradas”, con salsa de té y berries, y el “Mousse Lórien”, de frutas del bosque con crujiente de nuez y coulis rojo. El valor de una cena promedio es de veinte pesos por persona.
Para quienes se dan una vuelta después de cenar –el bar y restaurant, ubicado en Honduras 5514, abre todos los días al mediodía excepto los lunes, y los jueves, viernes y sábado por la noche, a partir de las 21–, la carta de tragos propone una serie se opciones también bautizadas en honor a los personajes de The Lord of the Rings. Entre los más gustosos, merecen ser recomendados el “Gandalf El Gris” (Ron, crema de leche, licor de cacao y menta), el “Radgast” (licor de cacao, vainilla, vodka), la “Crema Hobbit” (whisky, leche condensada, café vainilla) y el “Don Diló” (ron, licor de melón, Sprite). También hay tragos preparados con cerveza: se piden como “Elessar” (cerveza rubia con blue curaçao), “Toronjil” (cerveza roja con tequila) y “Aragorn” (cerveza roja con licor de cassis).
“La idea es que los fans de Tolkien tengamos un lugar donde encontrarnos, pero también que puedan venir quienes nunca leyeron los libros ni tuvieron oportunidad de ver las películas para abstraerse un rato de la rutina habitual”, dice Contino. La música, casi exclusivamente celta, también está pensada en función de la construcción de un clima especial. Los organizadores del lugar tienen pensado organizar en el local muy diversos eventos –fiestas, charlas, talleres, exposiciones– relacionados con el leitmotiv que inspiró su construcción. “La semana pasada se cumplieron treinta años de la muerte de Tolkien, y conmemoramos ese hecho con un acto. Pero el 22 de septiembre a las 21 tenemos un motivo para alegrarnos: ¡celebraremos el cumpleaños de Frodo!”, explica su dueña con entusiasmo. “Las fechas importantes para estos personajes son para nosotros motivo de sobra para reunirnos a brindar”.