En la última ópera de Richard Wagner, Parsifal, el santo grial, con su simbólica pureza, funciona como principio organizador de la obra y, tal vez, como metáfora de lo que el autor pensaba acerca de su arte. La Filarmónica de Buenos Aires, con la dirección del excelente director alemán Franz Paul Decker, dará hoy a las 20.30, en el Teatro Colón, un concierto en el que interpretará fragmentos del primer acto de esta obra, más el Preludio y las escenas 1 y 2 del Acto III de Lohengrin y la escena 3 del Acto I de La walkyria (segunda parte de la tetralogía El anillo del nibelungo). Junto a la orquesta actuarán como solistas los cantantes Nadine Secunde y Paul Frey y también participarán los Coros Estable y de Niños del Teatro Colón.
Tanto Decker como Secunde y Frey son parte, en este momento, de la puesta de Fidelio, la única ópera de Beethoven, que con régie, escenografía e iluminación de Roberto Oswald se está presentando en ese teatro y cuya próxima función será el domingo a las 17. Nacido en Köln y sucesor de Zubin Mehta y antecesor de Charles Dutoit al frente de la Sinfónica de Montreal, Decker es uno de los más destacados conocedores del estilo wagneriano y, en Buenos Aires, dirigió entre 1992 y 1996 un ciclo con las sinfonías de Gustav Mahler, junto a la Filarmónica de Buenos Aires. Frey, por su parte, fue el protagonista de Lohengrin en treinta y siete funciones del Festival de Bayreuth (meca wagneriana) mientras que Secunde fue la Elsa de la versión de esa ópera que produjo Werner Herzog y la Siglinda en La walkyria realizada por Harry Kupfer.