Hace exactamente sesenta años una tragedia sacudía a la ciudad de San Juan. El 15 de enero de 1944, un terremoto arrasó a la capital cuyana y dejó huellas imborrables en 200 kilómetros a la redonda. Se trató de una de las catástrofes naturales más impresionantes en la historia del país, que en tan solo 30 segundos dejó en ruinas a unas 13 mil viviendas, provocando alrededor de 10 mil muertos y 20 mil heridos. Por entonces, la televisión era solo una promesa y buena parte de la gente se informaba a través del noticiero cinematográfico Sucesos Argentinos que, durante más de treinta años, fue uno de los grandes medios de información a escala nacional. Sucesos Argentinos estuvo en el lugar de los hechos y los periodistas apostados en San Juan registraron imágenes inolvidables para el espectador veterano. Producto de ese trabajo, la señal de cable Volver emitirá hoy La ciudad que resurge, un especial que contiene imágenes del terremoto y la planificación de la posterior reconstrucción de San Juan. El especial de 10 minutos se emitirá entre las 15 y las 20, durante los intervalos de las películas.
La ciudad...arranca con imágenes de la ciudad bajo los escombros, los auxilios médicos, las tareas de salvataje y del pueblo reunido en las plazas. Otras imágenes muestran el levantamiento de barrios con casas de emergencia y el inicio de los estudios técnicos realizados para lograr la reconstrucción. Posteriormente el noticiero se sitúa años más tarde, cuando el Consejo de Reconstrucción tenía avanzados los trabajos para diseñar una nueva ciudad: uno de ellos era el proyecto del barrio María Eva Duarte de Perón que, para 1948, estaba en pleno proceso de construcción de 420 casas antisísmicas. También se relata la política del Consejo para facilitar la iniciativa privada (fábricas de ladrillos, por ejemplo) y de obras públicas (como el canal del norte). A su vez, se menciona el plan de préstamos que ofrecía el Banco Hipotecario para adquirir las modernas viviendas de la época.
Pedro Pouchulu fue el responsable de las imágenes del terremoto que emitirá Volver. Tiene 82 años y comenzó a trabajar en Sucesos Argentinos desde el nacimiento del noticiero, es decir, desde 1938. Es uno de los pocos que se desempeñó en la empresa desde el primer capítulo del Sucesos... hasta el último emitido en 1972. Comenzó como cadete, hizo trabajos administrativos. Luego pidió el pase a la parte técnica y filmó durante más de veinticinco años. “Yo había ido a filmar maniobras de alta montaña junto a Carlos Pujol que, en ese entonces, era ayudante mío. Habíamos llegado un día antes a Mendoza y nos unimos a la caravana de militares que iban a hacer maniobras”, recuerda Pouchulu en diálogo telefónico con Página/12. “Todo empezó a temblar cerca de las 9 de la noche. Yo me di cuenta porque había sufrido algunos remezones en mi vida. Y le dije a Pujol: ‘Salgamos de aquí porque esto es un terremoto’. Y efectivamente. No fue en Mendoza (que tembló todo) sino en San Juan.”
Una vez producido el terremoto, Pouchulu y su compañero se dirigieron a San Juan en “el primer tren de auxilio. Fue un viaje de mucha emoción y bastante miedo. Salimos alrededor de las 10 de la noche y llegamos a San Juan a las 12 de la noche. Pero tuvimos que esperar a la mañana del otro día porque no había luz y la película no era como hoy en día. Luego empecé a filmar y todo estaba en ruinas”, señala el ex camarógrafo. Pouchulu estuvo en San Juan alrededor de cinco días y allí registró, además de las imágenes de las ruinas, la organización de las carpas, las ayudas de la Cruz Roja, la gente reunida en la plaza. Y tomas históricas como la del reloj con las agujas clavadas en el momento del terremoto o la estatua de Sarmiento sin cabeza. Su trabajo era complejo: “Los rollitos de las películas tenían un minuto y cada un minuto había que cambiar. Entonces, las tomas tenían que ser medidas. No se podía hacer lo que se hace hoy que se filma el discurso de un tipo, por ejemplo”. El integrante de Sucesos... recuerda que “se hizo un pozo enorme donde metían a los pobrestipos muertos casi sin identificación”. En el lugar donde quemaban los cuerpos “hubo escenas que tuvieron que cortarse. No se olvide que estamos hablando de hace sesenta años y la mentalidad de esa época era distinta. La gente iba al cine y si le mostraban un horror...”, subraya Pouchulu.