ESPECTáCULOS
› “JIMMY NEUTRON”, MEGAPRODUCCION DE NICKELODEON
Los mil y un inventos del niño prodigio
› Por Martín Pérez
Hamsters invisibles, una planta carnívora comeniñas y una gaseosa eructadora. Esos son tres de los experimentos que el niño genio Jimmy está controlando en su laboratorio subterráneo. Pero no sus únicos inventos. También está la mochila cohete, el chicle-transporte y el reducidoraumentador con forma de control remoto. Y, por supuesto, no hay que olvidar al satélite-tostadora, cuya épica puesta en órbita –que marca el comienzo del film– tendrá consecuencias imprevisibles para Jimmy Neutron, el último producto cinematográfico de la señal de cable Nickelodeon.
A la hora de seleccionar la terna de dibujos animados que competirán por el primer Oscar de su categoría junto a los obvios Monsters y Shrek, apareció como una verdadera injusticia que los integrantes de la Academia de Hollywood desdeñasen una maravilla alternativa como Despertando a la vida (de Richard Linklater, exhibida en el festival de Mar del Plata y de inminente estreno local) por Jimmy Neutron, que antes de estelarizar su largometraje protagonizó un comercial de pasta dentífrica y un juego electrónico online. A pesar de su dinámica y su atractivo estético, esta película aparece como una megaproducción televisiva puesta al lado de obras maestras como sus compañeros de terna. Y entonces se comprende que, antes que el film, lo que se premió fue el éxito de Nickelodeon, factoría animada ubicada un paso detrás de Disney y Dreamworks.
Apenas un corto de 40 segundos firmado por John A. Davis a mediados de los noventa, gracias al aporte del productor Steve Oedekerk (Ace Ventura, El profesor chiflado) en poco más de un lustro Jimmy Neutron se convirtió en el producto más redituable de Nickelodeon después de los Rugrats. Y esto antes de que el dibujo de Davis tuviese su programa propio. Un auténtico fenómeno del marketing en los Estados Unidos, el estilo de animación de Jimmy Neutron lleva a que sus personajes parezcan muñecos animados, mientras que su historia –niño genio con perro robot– recuerda la de un comic francés llamado Olivier, que publicaba Billiken en la década del ochenta.
Llena de colores, dinámica e inventiva, Jimmy Neutron como película es apenas querible. Con padres tan didácticos y permisivos como el recuerdo de las series de los ‘50 lo permite, se podría decir que su historia ilustra de manera contundente los problemas de hablar con extraños. Claro que en este caso los extraños son una agresiva civilización extraterrestre comandada por dos alienígenas con las voces de Patrick Viaje a las Estrellas Stewart y Martín Short (en la versión en inglés, claro). Con ciertos guiños para los mayores –pero nunca tantos–, Jimmy Neutron cuenta, después deldesfile de inventos, cómo los padres desaparecen de Retroville (generando festejos de los párvulos, y luego obvios llantos), y cómo sus hijos irán a buscarlos en una suerte de nave espacial construida a partir de los juegos de un parque de diversiones. Todo diálogo y dinámica visual, al promediar Jimmy Neutron es inevitable pensar en que el capítulo del programa dura demasiado. Pero el control remoto más cercano es el que tiene Jimmy, y termina siendo usado para reducir a su profesora o para achicar la cabeza de su madre.