ESPECTáCULOS
Ya no alcanza con Leslie Nielsen para hacer reír
A pesar de tener un par de buenas ideas, Scary Movie 3 no está a la altura de las parodias anteriores al terror.
› Por Martín Pérez
Cuatro años atrás, cuando detrás del éxito de Scream apareció la Scary Movie original, por lo general se celebró la aparición de una saga sucesora de un linaje satírico que comenzó con Mel Brooks y se continuó en Zucker y Abrahams. Pero con la cuenta de las películas de Scary Movie llegando a tres, poco queda de esa sucesión. Porque esta vez afuera han quedado los desopilantes hermanos Wayans, autores de las primeras dos películas de la saga, y –con David Zucker como director– la flamante Scary Movie 3 ha dado un salto atrás en el árbol genealógico de la sátira cinematográfica estadounidense en la pantalla grande. Al punto de que, en vez de ser una Scary Movie, por momentos esta nueva entrega de la saga vendría a ser casi una Pistola desnuda. Después de todo, ¿qué otra cosa puede ser una película que incluye a un muy avejentado Leslie Nielsen en el papel de presidente de los Estados Unidos?
Con Scream y sus secuelas ya decididamente fuera del menú, esta tercera parte arranca con The Ring entre ceja y ceja. O más bien entre busto y busto, ya que las protagonistas del prólogo del film son la despampanante presentadora televisiva norteamericana Jenny McCarthy, acompañada nada menos que por Pamela Anderson. El siguiente blanco será Señales, la última película de M. Night Shyamalan, el autor de Sexto sentido. Pero como Zucker está al mando, el protagonista de esa historia es nada menos que Charlie Sheen haciendo de Mel Gibson. Completa la trilogía de parodias la dedicada a 8 Mile, la película de Eminem, y su protagonista es el hijo del granjero Sheen, que no sueña con vacas sino con ser un rapper. Y que en el jardín de infantes de su hermana conoce a una periodista televisiva con un niño que dibuja toda clase de círculos negros, con lo que la parodia regresa a The Ring.
Escatológica, sexista y sin sentido alguno del ridículo, Scary Movie 3 apenas si tiene en común con las anteriores películas de la saga el protagónico de Anna Faris como la periodista Cindy Campbell. Con un guión firmado por un habitual colaborador de David Zucker (Pat Proft, director de la desabrida versión cinematográfica de Mr. Magoo), los gags de este tercer opus están más dedicados al slapstick –pero extremo; más cercano a Jackass, podría decirse– y un bestial humor negro, que incluye un gag dedicado al abuso de menores por parte de un sacerdote.
Además de las películas mencionadas, hay gags dedicados a Los otros (involucrando a Michael Jackson, cuya mejor parte se puede ver en el avance el film), The Matrix (con la siempre eficaz Queen Latifah encarnando al Oráculo) y hasta El Señor de los Anillos. Cuanto más tonto, mejor. Y de verdad es así, como en el gag dedicado al presidente Ford. Pero por lo general las buenas ideas –que las hay– se pierden en escenas que siempre se extienden más allá de lo recomendable, así como cuando la narrativa aburre al seguir demasiado ciegamente el original a parodiar. Algo que ciertamente no sucede en un final demasiado ridículo y de representación escolar incluso para la saga de La pistola desnuda, que involucra al presidente Nielsen, los extraterrestres y la curiosa capacidad de orinar con el dedo índice.