ESPECTáCULOS
La última avanzada en el universo de la animación
El ciclo que se desarrolla los domingos de marzo en La Nave de los Sueños permite descubrir los más novedosos cortos animados de los últimos años y sirve para conocer las nuevas técnicas de producción.
› Por Eugenia García
El mundo animado está invadiendo La Nave de los Sueños (Suipacha 842). Todos los domingos de marzo, seres de colores, de formas irregulares, hechos en lápiz, plastilina o con el mousse de una computadora avanzan sobre la nueva sede de La Nave, esa casa de la producción independiente que ahora se instaló en lo que a principios de siglo era un templo. Para deleite de grandes y chicos, los organizadores seleccionaron algunos de los mejores cortos animados argentinos de los últimos 10 años. “Dibujitos”, para los nostálgicos, de factura nacional, y, dicen, se encontraron con verdaderos autores, ninguno de los cuales supera los treinta años. “Armamos entre todos este festivalito, con gente que conocíamos de festivales y a partir de una pequeña convocatoria. Es una muestra representativa seleccionada de acuerdo con ejes temáticos y estéticos, aprovechando, además, la miniexplosión que se viene dando en el campo de la animación en estos tiempos”, explica Gabriel Patrono, uno de los miembros de La Nave. Un mix de distintas historias y técnicas que se agruparán en dos combos por día, a partir de las 19, y serán coronados por cortos del rosarino Pablo Rodríguez Jáuregui, musicalizados en vivo por el también rosarino Fernando Kabusacki.
“Lo que intentamos hacer es actuar como bisagra entre los pibes perdidos y la gente”, dice Patrono. Los “pibes” son los realizadores y están perdidos porque toda su producción está mayormente distribuida por la Web sin ninguna organización aparente. De un tiempo a esta parte, los costos para la realización de este tipo de cine bajaron en forma considerable. Ahora, cualquiera con ganas y talento, puede lanzarse a producir animación desde su casa, con una computadora casera y paciencia. “La información para estudiar la historia, los referentes, los colegas independientes, son accesibles desde tu propia computadora, vía modem. Desde hace unos años el terreno está dominado por el Flash, un programa que permite realizar un dibujo en todas sus etapas. Gracias a eso el número de animadores autodidactas en todo el mundo se multiplicó”, explica Rodríguez Jáuregui. Cortos de muy diversos estilos e influencias circulan por distintos web sites, por festivales “on-line” o attachados a e-mails. “Esa forma de producción y distribución pone al mismo nivel a estudios e independientes, y así las ideas gráficas deben valerse por sí solas”, sostiene Jáuregui. El domingo 21 se proyectarán cortos suyos como El Dr. Caligari, El pibe, El pajarito o El salvavidas. Mañana y el 28, mientras tanto, se proyectará The Planet, un video de 55 minutos sobre el CD homónimo de Kabusacki. Sus 18 tracks fueron ilustrados por 18 artistas plásticos de distintas disciplinas y distintas ciudades.
Entre los numerosos cortos que desfilarán por la muestra, se pueden destacar los trabajos de animadores como Juan Pablo Zaramella, Gustavo Gorzalczany, Javier Rovella o los de la agrupación Arteproteico. El guante y El desafío a la muerte son los cortometrajes de Zaramella. En el primero, el director reflexiona sobre el poder; comienza cuando un hombre se pone un guante que cobra vida propia. El desafío..., mientras tanto, es un corto de tres minutos realizado en stop motion, en el que un faquir de plastilina se mete en una licuadora desafiando a la muerte. “Uno no es muy consciente de las posibilidades –explica Zaramella–, porque no surge de las obligaciones profesionales sino de las posibilidades caseras. Pero después mandás tu corto a circular por festivales de afuera, y te das cuenta de que aún no teniendo una productora detrás, podés competir.” Arteproteico es una agrupación de estudiantes de la carrera de cine de Córdoba, interesados en la experimentación audiovisual. En la muestra se proyectarán obras como Naím, Los inocentes y Cabeza rayada, todas muy distintas entre sí. “Encontramos en la animación una gran libertad para expresarnos, pero no descartamos las otras posibilidades”, explica Federico Caram, uno de sus miembros. Los inocentes son dibujos de líneas simples, coloreados en tinta china con muy pocos colores. En Cabeza rayada recurren a la técnica de rayado sobre celuloide para construir un corto con fuerte presencia femenina. Con Naím buscaban una imagen que pareciera salida de una Biblia ilustrada, en el límite entre el dibujo y la fotografía. Para eso grabaron toda la acción en una sola toma circular y reemplazaron los fondos por un escenario 3D. Así lograron contar un pasaje de la Biblia desde otra perspectiva. En resumen, mucho cine excluido del circuito convencional, concentrado en tres días imperdibles.