Esta noche, a las 22, comienza una nueva temporada de Puntodoc, uno de los ciclos de investigación periodística con mayor continuidad en la televisión argentina, junto a Telenoche investiga. Pese a la permanencia en la pantalla, la quinta temporada del programa producido por Cuatro Cabezas vendrá renovada no sólo desde lo estético sino también desde su estructura. El cambio más visible es que Daniel Tognetti ya no estará acompañado por Miriam Lewin en la conducción, sino que se encargará solitariamente de manejar los hilos del programa. “Pero no voy a tener una mayor responsabilidad”, aclara el periodista en diálogo con Página/12. “Que yo esté al frente del programa es una formalidad que responde a una inquietud televisiva. El nuevo modelo de Puntodoc no va a ser el de Lanata o el que tenía Kaos, por nombrar algunos. Es un modelo similar al de 20/20, en el que la presentadora Barbara Walters bastonea el ciclo”, subraya, antes de remarcar que Lewin seguirá en el programa con un doble rol: como responsable editorial del ciclo y como columnista, realizando sus propias investigaciones.
Tras varios años como notero irreverente de Caiga quien caiga, Tognetti logró consolidarse como periodista serio de Puntodoc, al punto que es la cara visible más antigua del ciclo, aun cuando siempre tuvo que lidiar con los cambios de compañeros que sufrió el programa. “Puntodoc –relata– es un programa de una enorme solidez, muy respetado por sus pares, por los canales y por la audiencia. Por algo es el único programa de investigación periodística que se mantuvo anualmente en los últimos cinco años. Hubo programas muy importantes y de formato similar, como Telenoche investiga y Zona de investigación, pero que aparecen y desaparecen. El único programa que tiene continuidad en el tiempo es Puntodoc. Eso significa que hay un equipo y una rigurosidad periodística que mantiene el ciclo. Eso es muy valioso.” Además de Lewin, Tognetti estará acompañado en cámara por la periodista Lorena Maciel, como columnista.
–¿La permanencia durante tantos años en el aire es el mejor apoyo que puede tener un ciclo periodístico?
–El programa tiene una enorme credibilidad. Pero no es mía ni de los demás periodistas que damos la cara: la credibilidad es la de todo un equipo. Puntodoc ya es una marca. En cinco años hemos hecho muchas investigaciones. Y Puntodoc tiene un condimento extra: estéticamente es un programa que le aportó mucho a los periodísticos televisivos. Cuando empezó, no había programas con esa puesta. Hoy, hay muchos periodísticos “revisionistas” o hermanitos no reconocidos.
–¿A qué se debe el cambio de formato?
–Es un cambio de formato que responde a la búsqueda de darle un poco más de dinámica al programa y jerarquizar la tarea de los columnistas. Así como yo tengo más responsabilidad, todos van a tener una responsabilidad mayor. Porque, de alguna manera, nadie mejor que los periodistas que hicieron los informes para presentar y cerrar esas investigaciones.
–¿No lo siente como un ascenso en su carrera?
–Voy a estar como un conductor que articula el trabajo de los columnistas. No quiero dejar de hacer lo que me gusta. Porque en periodismo pasa mucho eso: cuando estás en tu mejor momento profesional te ponen como editor. Es un ascenso pero que en realidad es un descenso, porque dejás de hacer lo que mejor hacés. El cambio se debe a que veíamos que teníamos que cambiar el formato del ciclo y surgió esa idea. La nueva estructura va a jerarquizar más a los columnistas y los informes, que van a ser más “de autor”. Los columnistas, incluso, van a tener la posibilidad de presentar y cerrar sus propios informes. Voy a ser el bastonero del ciclo, aunque voy a seguir haciendo informes. La idea es que funcionemos mejor en equipo. La lectura de que voy a conducir yo solo no es la que hay que hacer. El esquema nuevo apunta a jerarquizar a los columnistas.
–¿Va a seguir saliendo a la calle a realizar investigaciones?
–Sí, por supuesto. A mí me encanta la calle. La filosofía del ciclo “nosotros estuvimos ahí” sigue. Estuve viajando a Santa Fe y a la Antártida. La responsabilidad va a ser más compartida, porque los columnistas van a tener mayor participación. Vamos a hacer un ciclo más dialoguístico, más coloquial, hasta te diría más horizontal que antes. No me gustaría limitarme a la conducción en estudio y no realizar más informes en la calle.
–¿El cambio de gestión gubernamental que evidenció el país a partir de la asunción de Néstor Kirchner replanteó el posicionamiento del periodismo en el seno de la sociedad?
–El periodismo hoy está pasando un momento crítico, en el sentido de que hay un cambio enorme en el paradigma político, que se lleva puesto una forma de hacer política y una manera de hacer periodismo. Cuando se tiene un gobierno que tiene un grado de aceptación grande, que los casos de corrupción escasean, eso obliga a que el periodismo de denuncia de los ‘90 tenga un fin abrupto. Sólo sobreviven los más aptos, los más preparados para vincularse con las necesidades de la sociedad. Creo que se abortó el esquema del boom de los periodísticos. Hoy, ante un nuevo gobierno, los periodistas estamos ante un nuevo paradigma en la profesión. Antes, durante los ‘90, el que denunciaba la corrupción era el periodismo. Fue el mismo periodismo el que denunció y llevó la delantera de la causa armas, por ejemplo. Ahora, en cambio, es el mismo gobierno el que denuncia la corrupción, como pasó con la corrupción en el Tango 01 o las líneas telefónicas en la Casa Rosada. Entonces, se replantea la tarea periodística, el rol que cumple como motor del cambio social. Aunque eso no quiere decir que no sigamos investigando. No vamos a cambiar las reglas de juego para este gobierno ni ser oficialistas. De hecho, vamos a seguir investigando. Pero el cambio te descoloca.