ESPECTáCULOS
› LA MISSISSIPPI, HOY EN NICETO
La ceremonia blusera
› Por Cristian Vitale
Sin contar Classic, el disco de versiones que grabaron en 1996, el flamante Siete Vidas es el séptimo disco de Mississippi Blues Band..., lo cual explicaría la esencia del título. Pero también podría aludir a la cantidad de músicos que impulsa la banda hace década y media o a la idea de que, como los gatos, tienen siete vidas. Ricardo Tapia, frontman y compositor, libra al azar cualquiera de las conclusiones. “Somos un grupo democrático, unos son de derecha, otros de izquierda, otros malcriados... y pese a que no coincidimos en un montón de cosas, nos llevamos bien hace 15 años. Ahora estamos en una etapa de recomposición a nivel personal. No es que hayamos estado mal, pero sí buscamos otra vuelta a las relaciones internas... te desligás de cosas, soltás y dejás que otros agarren la posta. O vos hacés algo que antes no habías hecho. Estamos ampliando el espectro de permisividad.”
–¿Lo dice por algo especial?
–Cuando pasan tantos años aparece cierto tipo de cansancio grupal, pero de golpe todo cambia y se renueva la energía. Estamos en un proceso de renovar esa energía interna. Siete Vidas lo demuestra bien, además es el primero en el que aparecemos en la tapa. Tal vez no tenga sentido para la gente pero sí para nosotros, porque denota que estamos relajados.
Pese a que el sucesor de Bit Hi- ppie (2001) ya fue presentado en marzo en el Ateneo, la banda decidió repetir la función “con precios más populares” hoy en Niceto (Niceto Vega 5510), antes de encarar una gira nacional que les demandará todo el invierno. “Vamos a tocar La danza de la lluvia, El Fierro y Ella, que hace mucho no hacemos”, adelanta Tapia sobre el repertorio extra. El nuevo disco, editado por Quatro K Records, tiene doce canciones ordenadas de manera “lúdica y ecléctica”, según el cantante. “Es un disco suelto, muy flexible. Tiene canciones escritas en diferentes lugares..., diría que es bastante ecléctico, no tanto por la temática sino por el sonido. Está muy jugado, muy divertido.” El eclecticismo de Siete Vidas transita también por la variedad de sonidos en los que Mississippi ahonda desde Cara y Ceca (1997). Hay funk eléctrico, soul, blues y hasta un homenaje a Steve Winwood, en Todo otra vez. “Es mi músico inglés preferido –dice Tapia–, un pionero respecto de cómo trabajar con el piano y las composiciones. Cuando hice el tema pensé mucho en el sonido de Traffic.”