ESPECTáCULOS
› JUAN ALBERTO BADIA VUELVE A CANAL 7, CON UN MUSICAL
Se viene la zapada oficial
Estará al frente de Badía en Concierto, un ciclo que irá los sábados de 19 a 21. Tocarán en vivo cinco músicos, de diversos géneros.
› Por Mariano Blejman
No hace tele desde que le levantaron Estudio País de la grilla de Canal 7. No hace un musical desde aquel mítico Badía y Compañía que lo inmortalizó en 1988, un programa ómnibus (que llegó a durar 9 horas durante los sábados) en la pantalla del entonces estatal Canal 13. Durante este tiempo, Juan Alberto Badía fue funcionario, condujo programas de radio y televisión. Ahora conducirá Badía en Concierto, un ciclo musical que irá los sábados de 19 a 21 en Canal 7. Aquel otro musical, Badía y Compañía, empezó en Canal 9 con la vuelta de la democracia, en 1983 y desde el ’84 al ’88 estuvo en el 13. Con el menemismo (y con las presiones de los sellos discográficos que fueron contratando artistas exclusivos), Badía no pudo seguir. Su primer programa tendrá una curiosa mixtura: Charly García, David Lebon, Ruben Juárez, Liliana Herrero y Leticia Brédice convivirán en el programa. “Pero vuelvo por el apoyo del maestro”, dice Badía en referencia a su amigo Charly.
–Parece increíble que usted haya hecho con Badía y Compañía un programa de nueve horas en Canal 13.
–Hoy es impensado. Además era una producción totalmente estudiada. No había nada librado al azar. Había escritores, músicos, periodistas, coreógrafos, columnistas. Ahora volveremos a lo estrictamente musical. Lo tengo pensado hace tiempo, también desde América me habían llamado para hacer algo, pero finalmente me decidí por este canal donde me venían insistiendo desde el año pasado. Habrá un escenario adecuado, buenas luces, tocarán en vivo con un buen equipo de sonido.
–¿Cuál es la idea del programa?
–Habrá cinco buenos músicos de distintos géneros. No sólo vendrán a tocar lo suyo, sino que se quedarán a ver lo que hacen los otros, incluso se animarán a tocar juntos. Será una especie de zapada televisada, a su vez los músicos que no estén tocando en ese momento formarán parte de una platea televisada. Pero sólo me decidí cuando tuve el apoyo de los músicos, de Charly García, de Fito Páez, de Alejandro Lerner, de la gente que yo quiero que esté. Sin su apoyo de antemano no lo hubiese hecho.
–Es un formato raro...
–Los empresarios de la tele suelen decir que los musicales son pianta rating, pero yo creo que lejos de aburrir, un set interactivo entre los músicos que se van a conocer y quizás hagan cosas juntos puede ser interesante. Charly me impulsó y me pidió estar en el primer programa. Pretendo humanizar la música, crear las condiciones para que surja lo imprevisible.
–Casi como si fuera un programa de jazz...
–Uno se pregunta qué tiene que ver Rubén Juárez con Charly García, pero si se revisa el pasado verán que tocaron juntos.
–Se expone a las internas de los músicos...
–A mí me preocupa más otra cosa. Con Badía y Compañía, cuando tuve éxito, otros canales comenzaron a darles dinero a los artistas, a cerrar acuerdos de exclusividades. Romay en Canal 9 los compraba a todos. Me acuerdo de que Federico Moura me llamaba llorando para decirme que no podía venir a mi programa, por contrato. Yo jamás me metí en el negocio del artista, ni cobré un peso por traer gente a mi programa. No es mi intención, pero sí tener el respaldo de ellos. Ahora, salvo la bailanta, los videoclips y algunos pequeños espacios de cable no hay lugar para la música y menos en vivo.
–¿Se siente grande?
–La madurez me da cierta sabiduría, cierta tranquilidad. Estoy menos hincha, es un programa para fluir. Soy consciente de que ni Charly, ni Fito llenan estadios. Pero sí llenan Los Piojos y Bersuit Vergarabat, hasta ahí llego bien. Los entiendo, los aprecio, sigo su música. Pero sé que tengo baches enormes de estos últimos años. Lo electrónico me cuesta mucho. En los últimos años estuve más cerca del tango y el folklore.
–¿Por qué aceptó entrar al 7?
–Desde el punto de vista porteño es un canal alternativo. Pero en el interior, me pasaba cuando hacíamos Estudio País, tiene otro rol. Estoy de acuerdo con un rol más federal para Canal 7. La repercusión fuera de Buenos Aires es enorme. En los ’90, hice Imagen de radio hasta que me levantaron, entendí que atentaba políticamente. Cuando me sacaron Estudio País me dijeron que ya no les interesaba. Pero nunca fui a los medios a decir nada. No soy ingenuo, pero no me citaron porque al Gobierno le interese poner artistas en primer plano.