La programación nocturna de Canal 13 le ganó por goleada a la de Telefé, en un capítulo clave de la batalla de los dos canales líderes en las mediciones de rating. Desde las 21 hasta pasadas las 24, con la seguidilla de “Son amores”, hasta aquí el éxito numérico del año, “099 Central” y “Caiga quien caiga”, el 13 promedió 26.7 de rating, hundiendo todos los productos que Telefé le puso enfrente. Rodrigo, la película, “Franco Buenaventura, el profe” y “Midachi en el recuerdo” apenas promediaron 12.8 puntos a lo largo de estas tres horas largas de competencia. América, consolidado como el tercero en la puja por el rating merced a sus aciertos de programación, registró en este mismo período de la noche del lunes 10.7 con “Detrás de las noticias”, 10.9 con “Televisión Registrada” y se desplomó a la hora del programa de Daniel Hadad, “Después de hora”, que apenas midió 5.5. Las mediciones de Azul fueron competitivas también: 7.2 puntos para una película olvidable como Hombre lobo en París y 9.5 para “Zona de investigación”. La temporada fuerte de la televisión argentina ha comenzado.
Telefé apostará ahora todas sus fichas a los productos que brillan por su ausencia hasta aquí, comenzando con Marcelo Tinelli, que retornará mañana al aire intentando conservar su trabajado primer puesto absoluto en el rating. Tinelli hará una tira diaria de lunes a jueves, de 21 a 22, apostando fuerte desde el principio: debe remontar una larga ausencia en la pantalla, desde aquellos extraños días de finales de diciembre. La ausencia de Tinelli, de Susana Giménez –que este año no haría televisión, al menos hasta agosto– y de “Gran Hermano”, tres de sus grandes argumentos de rating, sumieron a la programación de Telefé en la peor crisis en mucho tiempo. Hubo una era en que el canal, que es el líder de las mediciones globales desde 1990, no toleraba en pantalla programas que midieran menos de dos dígitos, es decir 10 puntos. El lunes estuvieron por debajo de esa cifra todos sus programas desde las 11 de la mañana hasta las 20. A esa hora, “Los Simpsons” le dieron 12.7 y después ya vino la dura competencia del horario central nocturno. Claudio Villarruel, el gerente de programación, debe estar con las barbas en remojo.
Enfrente, Adrián Suar está empezando a ver cómo su tesis de programación fructifica: dos tiras de ficción con el sello de Pol-ka y una selección de propuestas más o menos novedosas, más o menos modernosas, en derredor, están marcándole un norte. La victoria del lunes fue algo así como un triunfo argentino ante Brasil, de la mano de Verón, Aimar y Ortega, jugando bien, sin pegar patadas ni pelotazos. Hasta el viernes, cuando se conozcan las mediciones del regreso de “El show de Videomatch”, Villarruel se sentirá como Luiz Felipe Scolari, el coach del scratch: confirmado por sus jefes, envidiado por sus pares, pero con problemas serios para armar el mejor equipo.