El premio Príncipe de Asturias de las Artes que recibió ayer consagra a Paco de Lucía –nacido en Algeciras, Cádiz, en 1947– como el músico flamenco de mayor proyección internacional, al entrar en la lista de los trece artistas del ámbito de la música que recibieron este galardón en sus veinticuatro ediciones. “Es un reconocimiento oficial para una música maltratada, porque el flamenco no está reconocido. Y eso le agrega valor al premio”, dijo el guitarrista al conocer la noticia en Cádiz. “Es un reconocimiento a la cultura de Andalucía, de mi tierra, y sobre todo del flamenco, que es por el que llevo dejándome la piel toda la vida. Me siento muy orgulloso del premio por mi familia, por mi padre, que cuando era pequeño me compró una guitarra como último recurso para subsistir, porque estábamos hambrientos”, dijo De Lucía, quien aseguró que el Príncipe de Asturias de las Artes no va a cambiar nada su vida: “Sólo voy a viajar más contento”. El galardón le llegaba en medio de la gira de su disco Cositas buenas. “Sonó el teléfono cien veces en un minuto”, explicó. “Entraron en el camarín 40 personas a darme un abrazo y ya tenía que salir a tocar. Fue el peor momento, la verdad, pero bienvenido sea.”
De Lucía afirmó que recibirá el premio en nombre del mundo del flamenco: “Es una música que tiene muchísimo valor, más de lo que cree la gente, y esto es un pasito más adelante para que lo consigamos. Se trata de un lenguaje que tiene mucha fuerza y que la gente debería oír más, dejándose de prejuicios”. El guitarrista tuvo además un recuerdo especial para Camarón de la Isla: “Esto es extensible para él, porque él forma parte del carro en el que vamos todos”.
Francisco Sánchez Gómez, tal el verdadero nombre de Paco de Lucía, es un músico versátil e innovador, a quien se atribuye haber incorporado al lenguaje de la guitarra flamenca nuevos acordes y contratiempos rítmicos. Según el acta del jurado del premio, mereció el galardón a las Artes por haber “trascendido fronteras y estilos” hasta convertirse en “un músico de dimensión universal”. El fallo argumenta que Paco de Lucía, “a partir de la guitarra flamenca, ha profundizado también en el repertorio clásico español –de Albéniz a Falla–, en la emoción de la bossa nova y el sentimiento del jazz. Todo cuanto puede expresar con las seis cuerdas de la guitarra está en sus manos, que se animan con la emocionante hondura de la sensibilidad y la limpieza de la máxima honradez interpretativa”.
La candidatura de Paco de Lucía a este galardón, dotado con 50.000 euros y una escultura de Joan Miró, fue propuesta por el cantante Alejandro Sanz, el abogado Antonio Garrigues Walker, la presidenta de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), Ana Diosdado; el presidente de la Sociedad de Artistas Españoles, de la Federación Iberoamericana de Artistas y del Grupo Europeo de Artistas, Luis Cobos, y el alcalde de Algeciras, Juan Antonio Palacios. De las 39 propuestas que, procedentes de 18 países, concurrieron este año al galardón, otras dos llegaron, con la de Paco de Lucía, al tramo final de las deliberaciones del jurado: el coreógrafo francés Maurice Béjart y el cineasta Ingmar Bergman.
De Lucía, que en octubre acudirá a Oviedo para recibir el premio de manos del príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, transita los escenarios desde la infancia. A los 16 años realizó su primera gira por el extranjero y más tarde constituyó una pareja artística de extraordinario éxito con el cantaor Camarón de la Isla, con quien grabó una decena de discos. De Lucía, dotado de genio creativo y maestría interpretativa y considerado un perfeccionista que logró arrancar sonidos inéditos a la guitarra, al extremo de revolucionar el concepto tradicional del flamenco, ha creado escuela entre las generaciones de intérpretes más jóvenes. El músico ha hecho que la guitarra andaluza dialogue con la música clásica de Falla, Rodrigo y Albéniz y con el jazz de Chick Corea, John McLaughlin y Al Di Meola. Junto a los dos últimos grabó Friday Night in San Francisco, que vendió más de un millón de copias, una cifra inimaginable para un artistaflamenco. El último álbum de De Lucía es Cositas buenas, editado este año tras cinco años sin grabar. Cuando termine la gira con la que presenta el disco, es probable que el tímido guitarrista se retire a disfrutar de la manera que prefiere: en la tranquilidad de su residencia de Cancún, México, cerca de donde practica pesca subacuática, o en su casona de Toledo, España, que reformó para que no lo moleste el ruido urbano.