ESPECTáCULOS
› SORPRESIVAMENTE MARCELO TINELLI SE NEGO AYER A EMPEZAR ESTA NOCHE “EL SHOW DE VIDEOMATCH”
El rey del rating no acepta más presiones
Telefé, con problemas en el rating, había publicitado que hoy comenzaba la edición 2002 del programa sin que el conductor estuviese de acuerdo con trabajar de lunes a jueves. El conflicto estalló ayer y su resolución es, por lo menos, complicada.
En una semana en que sus mediciones se desplomaron frente al avance arrollador de los programas nocturnos de Canal 13, Telefé recibió ayer la peor noticia que podía recibir a esta altura: Marcelo Tinelli se negó a regresar al aire, en el estallido público de un conflicto que llevaba meses. Tinelli, cuya temporada 2002 debía comenzar esta noche, hizo pública su negativa ayer por la mañana, después de haberle dado la mala nueva al atribulado gerente artístico del canal, su ex productor (¿y ex amigo?) Claudio Villarruel. Tinelli tiene una larga lista de facturas que pasarle a la conducción de Telefé: que a esta altura del año no tiene contrato firmado, que publicitaron sin su consentimiento que volvía hoy al aire con un programa diario que luego iría de lunes a jueves, que no le cierran las negociaciones por los porcentajes de publicidad. A todos esos elementos, el hombre con mayor capacidad de generar rating de la televisión argentina agregó una razón personal, que es que el sábado pasado confirmó que su esposa está embarazada, por lo cual se siente obligado a planear un año laboral diferente. Hoy por hoy, Tinelli sólo aceptaría hacer un programa dos veces por semana, como el año pasado. “No me veo este año viendo a mi hijo (Francisco) sólo un rato los viernes por la noche”, dijo ayer.
La decisión de Tinelli fue tan sorpresiva para los no iniciados como firme. Villarruel no pudo decir ayer que no suponía lo que estaba por pasar, por cuanto el domingo pasado Tinelli se lo había anticipado en un encuentro que tuvieron en su campo de Baradero, en la provincia de Buenos Aires, en lo que era la reanudación de una conversación ya mantenida el año pasado. La definición se dio el martes por la tarde, en una nueva charla en la que Tinelli explicó sus razones humanas más que las profesionales. Esa mañana, ambos habían leído en las mediciones de Ibope que los programas de Canal 13 les habían dado una paliza de rating a los de Telefé, de 21 a 24, es decir en lo que en televisión se llama prime time, promediando 26.7 a 12.8, como consignó ayer Página/12. Ayer, la paliza se repitió, sobre todo por los 29.6 puntos de “Son amores” y los 23.3 de “O99 Central” para el 13 contra los 11.7 y 14.8 de “Franco Buenaventura” para Telefé. Villarruel no pudo hacer cambiar de opinión al hombre con el que trabajó como productor durante siete años y del que teóricamente es jefe hace dos, por lo que optó por respetar sus derechos.
Quedaron en que ayer cada uno haría pública su posición, pero Villarruel le rogó que hablase en un programa de Telefé. “Voy a hablar con quien yo tenga ganas”, escuchó. Tinelli optó por salir al aire primero por un programa de su propia emisora, “Radioshow”, en el 100.7 de la FM. Eligió “La cornisa”, que conduce Luis Majul en la mañana temprano. Después concedió una larga nota a “Intrusos”, de Jorge Rial. Más tarde sí habló con Telefé, pero por teléfono, durante el noticiero del mediodía. A esa hora, estaba obviamente suspendida la conferencia de prensa, citada el lunes por el canal para ayer por la tarde. Más tarde salió al aire una nota por Azul, con Georgina Barbarossa.
El estallido del conflicto dejó varias sensaciones dando vueltas. La más fuerte es que, cuando Telefé más lo necesita –el 13 está peleándole en serio el liderazgo del rating, que es decir al mismo tiempo los porcentajes de la torta publicitaria–, Tinelli se da el lujo de plantarse y proponer otras condiciones de relación. La segunda es que Telefé ha cometido une error estratégico importante al tensar a tal punto su relación con su principal estrella, en un momento de vacas flacas. En la misma tensión están las relaciones con Susana Giménez, que hasta aquí no haría televisión este año.
Una tercera sensación es que la actitud de Tinelli puede haber puesto en la cuerda floja a la gerencia de Villarruel, pese a que en las formas ambos se cuidaron ayer de modo ostensible. Durante los dos últimos años, en varias ocasiones, Tinelli negoció directamente con los propietarios de Telefé, los empresarios de la división medios de Telefónica de España, las condiciones económicas en que desarrollaría su labor. Ayer recordó con nostalgia que, en los años en que Gustavo Yankelevich ocupaba el cargo de Villarruel, se sentía respetado de verdad. Dio un ejemplo: Yankelevich lo llamaba en setiembre para proponerle firmar el contrato para el año siguiente y jamás lo presionaba para que lo rubricara. En este momento, al haber vencido su relación en diciembre, Tinelli está libre de negociar con cualquier canal, aunque su intención sería quedarse en Telefé, donde lleva trece años consecutivos.
Una cuarta sensación, fuerte, es que el tema del nacimiento de su cuarto hijo, el segundo de su segundo matrimonio, no es menor. “Marcelo es un tipo totalmente sensible, y el tema del embarazo lo shockeó”, confió ayer a Página/12 una fuente de su entorno íntimo. El conductor dijo en una de las entrevistas que concedió ayer que no se imagina durante el año en que crecerá el vientre de su mujer, Paula Robles, trabajando como un loco fuera de casa. Hasta ahora, Tinelli se proponía este año conducir también su programa de radio, a partir de las 13, en su emisora.
Tinelli no volverá al aire de Telefé la semana que viene ni la otra, como pareció en un primer momento, en que se tomó su determinación como producto de una bronca porque el canal no había llegado a tiempo con la escenografía para su nuevo ciclo, sobre todo porque hasta el martes mismo se habían estado grabando sketches para el programa. “El día que vuelva al aire quiero estar con todo. Después de haber tomado esta determinación, no quiero presiones de tiempos”, subrayó. “Creo que de esta manera estoy cuidando el producto. Y también al canal, al que le hace muy bien tener un programa como el mío dos veces por semana, como el año pasado, de 22 a 24.”
Tinelli reaccionó cuando, en la entrevista para Telefé, el conductor del noticiero, Jorge Jacobson, le preguntó si su decisión no obedecía a cierto temor a la competencia, es decir al envión de los nuevos productos del 13, manejado por Adrián Suar. “Eso pueden decirlo sólo aquellos que no conocen el medio”, se mosqueó. “Los que me conocen saben que me encanta competir y nunca tuve miedo a los enfrentamientos”, agregó. Rial le preguntó en la nota de “Intrusos” si aceptaría negociar con Suar un eventual paso al 13. Tinelli respondió que se siente un hombre de Telefé. Lo mismo dijo, por separado, Villarruel: “Marcelo es parte de la familia del canal”. Ya se sabe que la familia es el principio de todos los problemas. Hace dos temporadas, por otra parte, Tinelli pensó seriamente una oferta de Carlos Avila para mudar su programa y su escudería de producciones, casi todas hoy sin aire, a América.
Aunque para todo su equipo Tinelli volverá a conducir “El show de Videomatch” en mayo –pese a que desde fines de ese mes se juega el Mundial de Fútbol que aspira a relatar para su radio, o aspiraba hasta ayer nomás–, la repercusión exterior del conflicto fue desoladora para el canal. “La verdad es que la decisión de Marcelo me debilita mucho”, reconoció Villarruel. “Arreglamos la programación del verano para adecuarla a su regreso y todo esto me tomó por sorpresa, no lo voy a negar. Me muero porque Marcelo salga al aire. Marcelo está en el inventario de Telefé, por lo tanto si no está, se debilita el canal. Pienso lo que pasó y no lo puedo creer. Parece una cámara oculta, o una pesadilla. No me entra en la cabeza que Marcelo no quiera salir al aire.”
Tinelli piensa que tal vez su ex productor tiene razón cuando le reprocha haber cambiado a último momento, pero cree que peor habría sido empezar el año en una situación complicada. “Tal vez haya sido un error no ponerme firme cuando me propusieron que el programa fuese diario y yo no estaba de acuerdo”, remarcó. “Pero me presionaron con un montón de cosas, del tipo ‘hay que salir ya’, y no me gustó”, describió. “Los tiempos míos no coinciden con los del canal en este momento, pero me encantaría retomar la situación desde otro lugar más adelante. Yo me siento Schumacher y Telefé es una Ferrari. Yo quiero subirme a la Ferrari y correr. Pero cuando esté listo. Cuando eso ocurra, haré lo imposible para que el canalsea líder: me encantaría el día de mañana tener una activa participación en el resurgimiento de Telefé.” Villarruel lo miraba decir todo eso por la pantalla caliente de América.
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