ESPECTáCULOS
› EL GRUPO CONTRAIMAGEN PRESENTA UN DOCUMENTAL SOBRE RIO TURBIO
El nacimiento del noticiero obrero
Junto con grupos de distintas ciudades del interior, un colectivo de videoactivistas se lanza
a formar una red de contrainformación obrera.
› Por Mariano Blejman
Una mirada insurgente, que apunta a romper con el statu quo de los noticieros habituales, y el análisis audiovisual al servicio de los trabajadores –un verdadero noticiero obrero– son los objetivos del grupo Contraimagen, que viene trabajando tanto en Buenos Aires como en La Plata o Neuquén. No están solos: con ellos, cámara al hombro, marchan los grupos Ojo-Izquierdo, Boedofilms, el colectivo Argentina Arde y los realizadores Ernesto Ardito y Virna Molina (los autores de la premiada Raymundo), que conforman, todos juntos, el proyecto “Kino, nuestra lucha”. En ese marco, se presentará Mineros, tragedia en Río Turbio hoy a las 21, en la Casa Socialista El Cordobazo (Chacabuco 1370). El documental –que simultáneamente se verá también hoy en centros culturales de Neuquén, Mendoza y San Luis– investiga los hechos que, el 14 de junio pasado, culminaron con la muerte de catorce mineros en Río Turbio, cuando se incendió uno de los túneles de acceso a la mina, por falta de medidas de seguridad. “Nuestra intención es estimular la reflexión política”, cuenta Carlos Broun, realizador de Contraimagen.
El testimonial, realizado al calor de los hechos, demuestra que los acontecimientos que sepultaron a los mineros de Río Turbio pudieron haber sido previstos tanto por parte de la conducción sindical, como por la empresa reestatizada. En desmedro de la calidad de imagen, Mineros... pretende activar el debate y ser la vanguardia del noticiero obrero nacional. De allí, la rapidez con la que trabajaron el documental. La tragedia sucedió un martes 14 de junio, aunque recién dos días después pudieron rescatar los cuerpos, que finalmente fueron velados ese fin de semana. Los realizadores llegaron recién ese domingo, debido a las difíciles condiciones de acceso al lugar. “Queríamos contar lo que estaba pasando con la gente del lugar”, cuenta Broun. “Mientras la versión oficial hablaba de un accidente fortuito, encontramos que los mineros ya habían hecho denuncias anteriores sobre la precariedad del lugar.”
El trabajo –corregido en la edición por los mismos mineros antes de emitirse– muestra los testimonios de familiares y otros mineros sobre una tragedia que, dicen, fue más producto de la negligencia e inoperancia que del accidente casual. La mina de Río Turbio había sido reestatizada después que los operarios echaran por la fuerza al anterior dueño Sergio Tasselli, actual concesionario de los trenes de la línea Roca en Buenos Aires. Un amigo del menemismo. Pero aun después, los operarios decían que la capacidad de trabajo estaba sobreexigida en un 80 por ciento, y que los operarios trabajaban 12 horas, cuando no deberían estar bajo tierra más de 6. Uno de los mineros, que había denunciado la situación en la Justicia, recibió una contradenuncia por calumnias e injurias. El mes pasado quedó encerrado en el chiflón del diablo. “Son seis kilómetros adentro de la montaña, a 600 metros bajo el mar”, cuenta Broun.
Cuando las cámaras de Contraimagen llegaron a Río Turbio el clima era de duelo. “Cuando pasó la tristeza, les planteamos a los obreros la utilidad de documentar para mostrar la responsabilidad política de lo sucedido”, dice Broun. Mostraron, además, la bravía discusión después de la tragedia cuando la base descabezó a la conducción sindical. “Planteamos el noticiero obrero para contrarrestar el discurso hegemónico del poder. En eso somos herederos ideológicos de Raymundo Gleyzer. Es un momento fuerte de cine político, una realidad que ha ido madurando”, cuenta Broun.
Los cineastas habían documentado los paros del subte de Buenos Aires, filmaron La batalla de Salta sobre el levantamiento de Mosconi y Tartagal, Nueve días de huelga en cerámicas Zanon y Bloqueo al Alca en Buenos Aires. “Estamos coordinando una distribución entre los sectores populares, en las provincias, en las fábricas recuperadas, en los sindicatos, en los centros culturales para romper el cerco de información.” También cuelgan videos en Indymedia.org para que otros activistas los bajen de la web y los pasen en otros países. Desde Italia, Francia, Nueva York y San Francisco han recibido pequeñas donaciones que les permiten seguir trabajando. La idea es conformar un noticiero obrero con continuidad y coordinar una distribución por el país. “La red está montada: se fue creando al ritmo de los acontecimientos sociales en todo el país. Ahora, cuando pasa algo en algún lugar de la Argentina lo primero que pensamos es ¿qué amigo tenemos por ahí?”.