ESPECTáCULOS
› DIEGO PERETTI, ENTRE “LOCAS DE AMOR” Y “LA OPERA...” DE BRECHT
“Trampas que tienden desde el poder”
En el papel de Mac Cuchillo, Diego Peretti, que cuenta con importantes trabajos en teatro (en la excelente Bar Ada, de Jorge Leyes, por ejemplo, y entre las últimas obras en Discepolín y yo) y también en cine y televisión (Los simuladores y actualmente en Locas de amor), coincide con Gambartes en que lo insustancial y frívolo definió la conducta de gran parte de la sociedad argentina de los últimos años: “Se sustituyó la cultura por la extravagancia y la superficialidad”, sostiene en diálogo con Página/12. En ese contexto es común “hablar de moral pero no ejercitarla”. Una vacuidad que sobrevive, pero camuflada: “El manoseo fue aceptado durante mucho tiempo, como lo demostró la gran cantidad de votos que obtuvieron algunos personajes siniestros de nuestra historia política”, puntualiza.
En su opinión, Bertolt Brecht continúa siendo un referente extraordinario: “Es un autor esencial en épocas en las que, como éstas, nos dejamos hipnotizar por los que se conocen todos los trucos de la seducción. Brecht trata con crudeza el tema de la limpieza de conciencia. Nosotros hemos padecido esas trampas de los que detentan el poder. Nos pasó con De la Rúa: habíamos olvidado de dónde venía. Nos esperanzamos inútilmente después de la trampa que nos tendió el gobierno de Menem. Ahora, Kirchner da la impresión de que está dispuesto a escuchar al pueblo, pero hay algo que nos toca a nosotros y es fundamental: si, como integrantes de una sociedad, nos abandonamos a lo fácil, a que otros tomen decisiones porque nos resulta cómodo, vamos a ser muy manejables. No pasa con todos, pero son los menos: todavía hay gente que lucha por ser responsable y creativa”.
Sobre su trabajo en La ópera de tres centavos, confiesa que la mayor dificultad la encontró en el canto. Cree de todos modos que su labor es en este campo respetable: “Como actor que canta, aprendí a acomodar la voz. Hasta ahora ninguno se levantó de la butaca enojado. Si sucedió, no me lo comentaron. Con el baile me siento más libre. No siento tanta presión”.
Peretti define a Mac Cuchillo como “un vividor de estos tiempos, alguien que roba y goza de impunidad”. Comportamiento que suele disimular bajo un manto de inocencia: “No siente culpa. Le importan el poder, el dinero y las mujeres, y se mueve a sus anchas gracias a su viveza y osadía. Los que quieren eliminar a Mac son iguales o peores que él”.