ESPECTáCULOS
› VALENTINO, UN GUITARRISTA “REO PERO EDUCADO”
“Hoy ya no existe el jazz”
› Por Roque Casciero
Reo pero educado. Así se llama el cuarto disco de Valentino y así le gusta definirse a su creador, un guitarrista jazzero de 42 años, devoto de Wes Montgomery (y de su técnica del dedo pulgar), bajito y de aspecto formal, pero que no duda en subirse al escenario de Intoxicados o de componer a dúo con Diego Torres (quien es el coproductor ejecutivo del álbum). “Si sos totalmente educado, sos un nerd; si sos totalmente reo, te perdés un montón de cosas que te proporciona la cultura”, explica Valentino. “En realidad, el nombre del disco viene de hace mucho tiempo. Cuando era chico, en la escuela había un profesor de educación física que tenía muy buena onda con mi hermano y conmigo. Y una vez le explicó por qué a mi vieja: ‘Sus hijos son reos pero educados’, le dijo. La frase me quedó en la cabeza y volvió cuando estaba haciendo el tema que le da nombre al disco, que es medio de acid jazz, medio reo, pero que tiene un toque fino. Y me gustó usarlo para el título del disco porque es como un eslogan.” Reo pero educado, en cuya tapa se ve una figura masculina en camisa, corbata y calzoncillos, tendrá presentación formal hoy a las 23 en La Trastienda, Balcarce 460.
Buena parte del álbum encajaría perfecto como banda sonora de algún restaurante de Palermo Hollywood. Que es justamente lo que buscaba Valentino. “Es un subgénero que se conoce como smooth jazz, un jazz suave”, reconoce. “Lo que hice es un lounge de calidad, fino, con las melodías más lindas que se me ocurrieron. Quería hacer una música jazzera pero con formato más pop, más digerible. Y cuando uno quiere hacer eso, ¿qué sale? ¡Lounge!”
–¿Por qué eligió ese sonido?
–Porque me gusta, porque es melódico y muy jazzero. Soy fanático de Wes Montgomery, que en su última época hizo lo que después se llamó lounge.
–Pero los puristas del jazz querían comérselo vivo.
–Bueno, él se murió de un infarto por la amargura que tenía. Cuando Wes empezó a hacer una música más comercial, que era hacer éxitos de la época en versiones instrumentales, sin querer ayudó a inventar el smooth jazz.
–¿Cómo ve al jazz de hoy?
–Hoy no existe el jazz. El jazz fue música popular hasta después de la Segunda Guerra Mundial, cuando el público se volcó masivamente hacia los cantantes. Y chau, se acabó el jazz, quedó otra música clásica. No va a haber nada nuevo en el jazz. Si improvisás, no vas a hacer algo que no hayan hecho antes John Coltrane o Miles Davis. Lo digo desde un punto de vista de humildad: no puedo ser tan iluso como para creer que voy a superar la performance de Wes Montgomery.