“El arte tiene la palabra en todo. Todo el arte tiene muchísimas cosas que decir. Y a veces no hay lugar dónde decirlas. Nosotros abrimos este espacio para que todos, todos, todos puedan decir lo que quieran, puedan pintar lo que quieran, puedan escribir lo que quieran, tocar, cantar y zapatear aquí en este lugar.” Tal la definición de la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, durante la inauguración de Culturar, un espacio de cultura y turismo impulsado por esa institución cuya sede está en Defensa 377, en el corazón histórico de la ciudad. “Queríamos que este lugar fuera alegre, que no tuviera que ver con la muerte. Todo lo que las Madres creamos siempre queremos que tenga que ver con la vida, con la alegría, con los sueños, con las esperanzas”, agregó Bonafini.
Uno de los espacios que componen el complejo es el salón de usos múltiples denominado “Bien al Sur”, que estará destinado a conferencias, seminarios, presentaciones, muestras de arte, microcine, talleres de tango y milonga, recitales y teatro, entre otras opciones. Paralelamente, en el primer piso se inauguró el Hostel Yira Yira, que cuenta con diecisiete confortables habitaciones, Internet y TV por cable. En breve se instalará un gimnasio, y las Madres tienen previsto completar el espacio con un estudio de radio y televisión. El emprendimiento se suma a la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo, que cuenta en la actualidad con 1400 estudiantes de diversas disciplinas. “Estoy una vez más sorprendido. Es increíble la fuerza de las Madres y todo lo que son capaces de crear”, señaló el escritor y columnista de Página/12 Osvaldo Bayer. “Siguen trabajando, cada vez con más años pero cada vez con más ímpetu”, agregó el autor de La Patagonia rebelde.
“Básicamente, en este espacio cultural se van a intentar hacer muchas cosas con juegos”, señaló Fernando Czarny, director cultural. El espíritu del acto inaugural fue fiel a ese objetivo. A cada visitante se le entregaba un prode, pero no precisamente futbolero. El participante debía elegir “Local”, “Empate” o “Visitante” entre Sarmiento o Rosas, Borges o Cortázar, y otros más banales como Moria o Susana. Siguiendo con el espíritu participativo, el Grupo de Danzas Circulares del Centro Cultural Parque Avellaneda compartió el baile con el público que también se enganchó con la propuesta del psicólogo Gustavo Macruz, quien les propuso una caminata colectiva hacia atrás acompañada por sonidos de percusión que marcaban el ritmo de los pasos por todo el salón. “Esto que toqué ustedes ya lo conocen, es un tema de Luis Miguel”, bromeó el músico Bernardo Baraj durante la apertura, después de interpretar El día que me quieras. Otros dos músicos se sumaron al festejo: Juan Vattuone y Horacio Fontova. Este último cantó el tema Jorge W. “Se lo mandé a Michael Moore vía mail. Espero que lo escuche”, dijo con sonrisa picaresca.
Paralelamente quedó inaugurada la muestra colectiva Yo...? Argentino! con obras que, en muchos casos, rozan el humor y la ironía sobre “el ser nacional”. Esta exposición se podrá visitar durante todo el mes de 11 a 19 y está compuesta por interesantes trabajos de León Ferrari, Marcos López, Nora Iniesta, Julián Borovio, Luis Felipe Noé, Hermenegildo Sábat, Juan Carlos Romero, Martín Kovensky, Miguel Rep, Horacio Zabala, Mireya Baglietto y Norberto Baruch, entre otros artistas. Algunas de ellas invitan a la risa como, por ejemplo, un bidet celeste y blanco que representa “la gran fuente nacional”.
Otra iniciativa divertida es la que proponen los alumnos de Mireya Baglietto, del IUNA. Se trata de instalaciones participativas en donde la obra la completan los ¿espectadores? Hay partes de cuerpos, elementos geométricos y telas. ¿En qué consiste la participación del público? Baglietto lo explicó así: “Hay un gran dado donde aparecen diferentes frases. De acuerdo a la frase que cada uno elige arma algo que está dentro de su cabeza. La obra queda absolutamente abierta”.
Una obra más reflexiva es la de la artista Claudia Contreras, quien comentó el trabajo que está exponiendo: “Es un sobre de plástico transparente de 30 por 40 centímetros, con impresión original que dice ‘República Argentina, Ministerio del Interior, documentación confidencial’. El sobre es un objeto del Estado abandonado que yo encontré. Dentro tiene círculos de papel. Y el papel es impreso del listado de personas desaparecidas publicado por la Conadep. Los datos son certeros porque el listado de la Conadep es lo que da la certeza y la verdad histórica. Es una de las pocas cosas que tenemos donde hay una certeza, donde no se puede pensar qué habrá pasado, que esto o aquello. Ahí hay una certeza y a mí me interesa trabajar con esa certeza. De alguna manera, como una denuncia también”.
León Ferrari expone una instalación que data de los tiempos en que la Alianza era gobierno. Se trata de un cuadro donde están instaladas doce tramperas para ratas y cada una de las tramperas está mordiendo una foto de la Casa Rosada. “Es una obra que hice en la época de De la Rúa. Porque se puede confundir, ya que mi pensamiento ahora sobre la Casa Rosada es completamente diferente.” Ferrari reconoce que no es su único trabajo con esta modalidad artística: “Yo trabajé bastante con las trampas de ratas. Por ejemplo, lo puse a Bush. Después hice una serie de la Caza Blanca, con zeta”, aclara.