ESPECTáCULOS
› FIESTA NACIONAL EN EL VALLE DE RIO NEGRO
El encuentro mayor de las tablas
› Por Cecilia Hopkins
Luego de analizar diversas posibilidades, finalmente se decidió que la próxima edición de la Fiesta Nacional del Teatro –la número 20– tendrá lugar en el Valle de Río Negro, en el corredor cultural que integran las ciudades de General Roca, Villa Regina y Cipolletti, durante la primera quincena del mes de abril del próximo año. Así fue anunciado por las autoridades del Instituto Nacional del Teatro, los intendentes de las localidades involucradas y la subsecretaria de Cultura de la provincia de Río Negro, Irma Andronowicz, en la conferencia de prensa organizada en el Teatro Cervantes. Como ya es tradición, desde el mes de agosto comenzaron a desarrollarse en cada provincia los encuentros competitivos de los cuales surgen los espectáculos que luego pasarán a la instancia seleccionadora regional, con el fin de establecer quiénes representarán a sus provincias en la fiesta nacional. La ciudad de Buenos Aires tendrá el suyo desde mañana y hasta el domingo. Luego de los anuncios, se procedió a la entrega de los premios del 5º Concurso Nacional de Obras de Teatro, dirigido a autores menores de 30 años. Los ganadores son Maximiliano de la Puente, Alberto Rojas Apel y María L. Fernández, todos de Buenos Aires, al igual que los autores cuyos textos lograron menciones especiales, Andrés Binetti, Agustín Martínez, Santiago Gobernori, salvo el rosarino Leonel Giacometto.
La ocasión del anuncio de la sede de la próxima Fiesta Nacional fue motivo para que el director ejecutivo del INT, Raúl Brambilla, recordara los orígenes de éste, el mayor encuentro de los teatristas del país. Durante los primeros cinco años, la fiesta tuvo lugar en la sala mayor del Teatro Cervantes: allí presentaban sus espectáculos los teatristas elegidos, hasta ese momento, por cada Secretaría de Cultura provincial, mecánica posteriormente modificada con la institución de jurados especializados. Durante esos encuentros nacionales se efectivizó a nivel nacional la difusión de dramaturgos y directores considerados emblemáticos en su región, como Alejandro Finzi, de Neuquén; Jorge Ricci y Rafael Bruza, de Santa Fe, entre los primeros; y Hugo Aristimuño, de Río Negro; Oscar Kumel, de San Juan; Alejo Sosa, de San Luis, y Ramón Abdala, de Mendoza, entre otros directores sobresalientes. Ya desde 1991, la fiesta dejó de realizarse en Buenos Aires para trasladarse a ciudades del interior. Con la creación –en 1997– del INT, el mapa teatral del país comenzó a ampliarse: la calidad de los espectáculos mejoró, en parte en base a nuevas instancias de fomento y desarrollo para los teatristas, así como comenzó a apreciarse la incidencia de una nueva camada de autores de cada región.