Si crear un mundo imaginario a través del teatro se parece al deseo de aventura, un estado de ánimo que se modifica pero nunca muere, podría decirse que esa necesidad de exploración no la han perdido Los Macocos, grupo que cumple este año los veinte de su creación y los festeja ofreciendo un compendio de sus primeros trabajos. Luego de su paso por el Teatro de la Ribera, donde en el 2004 reeditó cuatro espectáculos de su repertorio, este equipo (o banda teatral, como se autodenominó en una etapa) reúne ahora fragmentos de aquellas propuestas iniciales bajo el título de Macocos; algunos grandes éxitos 85/95, y el añadido de “éxitos, lo que se dice éxitos, eran los de antes”. Se los verá esta vez en una sala del circuito comercial, la Pablo Neruda del Complejo La Plaza, en Corrientes 1660 (los jueves a las 22.45, y viernes y sábados a las 23.30), después de haber transitado espacios alternativos y oficiales, y realizado giras por Estados Unidos y España con algunas de sus últimas creaciones. Este cumpleaños será celebrado, además, con la publicación de un libro que saldrá a la venta en octubre.
La sucesión de cuadros cómicos y musicales, de otros paródicos y críticos respecto de asuntos de actualidad, sigue siendo una particularidad de esta “banda” que se formó en 1985 entre egresados de la Escuela Nacional de Arte Dramático (ENAD). Actuaron en pubs y centros de experimentación, como el Ricardo Rojas. Todavía hoy se recuerda la extraordinaria convocatoria que lograron con Macocos, adiós y buena suerte, ofrecida en el Rojas y el desaparecido Teatro Alfil, donde se “ajusticiaba” paródicamente a personajes de la crítica periodística y se mostraba con tinte apocalíptico ciertos aspectos de la sociedad argentina. Era la época en que proclamaban socarronamente que, para el teatro oficial, ellos eran under, que para el under eran off, y para este último, espirales.
Lo cierto es que Daniel Casablanca, Martín Salazar, Marcelo Xicarts, Gabriel Wolf y el director Javier Rama no se hicieron humo. Aun cuando arman propuestas en forma individual y con otros elencos, se han mantenido como equipo en permanente creatividad. En esta tarea, cada integrante aporta textos o letras de canciones y tiene la oportunidad de modificar escenas, una vez obtenida la aprobación de los otros. Entre los maestros del grupo se cita a Raquel Sokolowicz (en clown), Julián Howard y Roberto Saiz, creador del espacio taller El Parque, donde el equipo presentó su inaugural Macocos, nombre que quedó, precediendo los títulos de varios espectáculos. En 1996 se produjo una variante, Macocrisis, y se iniciaron las antologías, entre otras La risa en La Boca (en 2004), que incluyó cuatro de sus piezas más completas: La fabulosa historia de los inolvidables Marrapodi, recreación, a través de una familia de actores criollos, de formas del teatro popular desde la época del virreinato hasta el presente. Además de esta obra de 1998, se disfrutó de Fábula de la Princesa Turandot (2001), versión de Daniel Suárez Marzal sobre el texto de Carlo Gozzi; Los Albornoz. Delicias de una familia argentina, del 2001, con libro de Xicarts, Rama y Jorge Maronna (de Les Luthiers), al que se sumaron aportes de los otros integrantes del grupo; y Continente viril (2003), sobre la pieza de Alejandro Acobino.
El repaso de obras permitirá hoy apreciar el trabajo integral de estos artistas que dicen aspirar a seducir a un público de diferente nivel socioeconómico y edad, a renovar el humor, pero arriesgarse también en otras zonas “melodramáticas y hasta trágicas”. En este festejo de los veinte años, recuperan los shows de los diez primeros, aquellos “paleozoicos” que tanto atrajeron al público adolescente –y no tanto– y se convirtieron en seña de identidad.

Los “paleozoicos”

- Macocos (1985).
- Macocos chou! (1987).
- Macocos, mujeres y rock (1989).
- Macocos, adiós y buena suerte (1991).
- Guiso de Macocos (1993).
- Macocos: Geometría de un viaje (1994).
- Diez días x diez años (1995).