ESPECTáCULOS
› TRES DIAS DE CASTING ABIERTO PARA “GRAN HERMANO 3”
Obreros textiles se buscan
Las puertas de Telefé estarán abiertas, desde hoy hasta el miércoles, para los aspirantes a entrar a la casa. Ya se habían presentado 55 mil personas. Los productores buscan un perfil “más comprometido”.
› Por Julián Gorodischer
Ni siquiera la casa del “Gran Hermano 3” será esta vez un refugio inactivo y ocioso para pasar la crisis. En la nueva edición, iniciativa argentina a tono con la debacle, los elegidos tendrán que trabajar en la fabricación de buzos y frazadas para comedores carenciados, como si allí en el estudio de Martínez existiera un bastión industrial pujante y solidario. Hasta para esos puestos de obreros no calificados, que deberán ejercer día a día desde el próximo 18 de mayo, hubo un aluvión de candidatos, a juzgar por la cifra contundente: 55 mil personas respondieron en un mes a la convocatoria, y a partir de hoy –durante tres días, y por primera vez en la trayectoria del “Gran Hermano”– el juego se abrirá en un casting libre que convertirá a la sede de Telefé (en Pavón al 2400) en un gran foro de entrevistas y pruebas de cámara.
Tal vez para coronar con una afluencia bien visible, o para desmentir el rumor de que estaban los doce elegidos desde el vamos, o para abonar al mito de que el último día aparecen los mejores, productores del canal recibirán a los voluntarios, les acercarán una ficha y un cuestionario, y los favorecidos pasarán a una entrevista personal. Entre esa gente, y los cuarenta preseleccionados que Telefé ya tiene en su haber desde que lanzó la convocatoria, saldrán los participantes. “A la gente le quedó una falsa impresión de que estaba todo terminado, y nos lo decían en el casting -explica una productora–. Es mentira que quedara gente preseleccionada de las ediciones anteriores, o que hayamos metido a un travesti y una lesbiana, lo cual no implica que no puedan formar parte del grupo.”
En esta última vuelta del casting para el encierro, no se buscará personal calificado a pesar de la rutina productiva que les espera. Sobre el nuevo color laborioso del programa, Marcos Gorban, productor general, explica que “a mucha gente le gustó que los chicos fabricaran y donaran cosas. En las pruebas del ‘Gran Hermano 2’ hicieron sillas, pizzas, y ayudamos a un comedor. Esta vez el presupuesto de la semana va a estar determinado por la cantidad de frazadas, buzos y otros tipos de ropa que produzcan para donar. Pero no es necesario que vengan aquellos que sepan manejar máquinas. Los conocimientos necesarios se los daremos nosotros”.
Pero seguramente, a la hora de elegir, se tendrán en cuenta perfiles que poco tienen que ver con el ocioso devenir de las dos primeras partes de la saga. En “Gran Hermano, el compromiso”, los rehenes tendrán, también, que hablar sobre la Argentina: política y economía en dosis diarias, convertidos en comentaristas de la crisis. Algo de esa sintonía se empieza a tantear en los castings, en busca de candidatos que puedan mantener conversaciones, y que desmientan la fama de refugio para desentendidos que sobrevuela la casa de Martínez. “Descartamos ‘Gran hermano, la batalla’ (competencias entre una casa rica y una pobre) porque no tiene nada que ver con la Argentina actual”, dice Gorban.
Un “Gran Hermano” en situación de emergencia podría presentar, llegado el caso, dilemas del tipo qué se hace frente a sucesos como los de diciembre último. Tal vez, el aislamiento en medio de la debacle sea la gran promesa de esta tercera parte: la sorpresa frente al cambio, a la salida, fue el clímax de la primera vuelta, y la polémica de la segunda. “En ‘Gran Hermano 2’ –cuenta Gorban– ocurrieron los atentados a las Torres Gemelas, y entendimos que meter esa información iba a generar una angustia para nada. En cambio con las elecciones de octubre, tuvimos que meter la realidad porque los chicos tenían que cumplir con una obligación cívica. Sobre lo que pueda llegar a pasar ahora, se irá estudiando caso por caso.”