ESPECTáCULOS
› “VILLA”, EL NUEVO TRABAJO DE JAVIER MALOSETTI
Un bajo en el reino solista
El segundo disco del músico es otra inspirada colección, que mezcla versiones con temas propios. Este sábado lo presentará en vivo.
› Por Eduardo Fabregat
Extraño caso el de Javier Malosetti. Su padre Walter, un guitarrista de esos que dejan con la boca abierta, quería que fuera baterista. Pero el niño se rebeló siempre contra eso, hasta que descubrió que su problema era que había errado el instrumento. Y tomó el bajo. Y con el bajo a cuestas sorprendió a Baby López Furst, a Dino Saluzzi, a Luis Alberto Spinetta... y a cualquiera, en realidad, que pusiera la atención necesaria. Es que, sin hacer mayor bandera, Malosetti puede ser considerado uno de los mejores ejecutantes argentinos de un instrumento a menudo ninguneado sin razón. Autodidacta y con una oreja así de grande, Malosetti se hizo conocido para el medio rockero a fines de los ‘80, cuando Spinetta lo convocó para Don Lucero. Pero asomó como solista recién el año pasado con el notable Spaghetti boogie, donde se rendía a su pasión por los géneros negros como el blues, el jazz y el soul.
Villa, el disco que Aqua Records acaba de poner en las bateas, confirma todo aquello que en Spaghetti... estaba claro, y que ahora alcanza aún mayor vuelo. Con una banda conformada por Américo Bellotto (trompeta), Gustavo Cámara (saxo), Andrés Beeuwsaert (piano, órgano) y Pepi Taveira (batería), el bajista se hace cargo también de guitarras, percusión y voces. Y es un viaje en el que conviven Lennon y McCartney con Joe Zawinul y Miles Davis, Franz Liszt, John Scofield y las propias composiciones de Malosetti, que demuestra estar a la altura de semejantes referentes y, a la vez, vuelve a dar muestras de su habilidad para darle al bajo un rango mucho más allá de la mera función rítmica, “acompañante”, que indica el prejuicio.
El recorrido, así, va de la sorprendente mixtura inicial de “In a silent way” (Zawinul) e “It’s about that time” (Davis) a una versión bien cool del “I’m down” Beatle. Pero el bloque de canciones que le sigue a esa apertura deja claro que no se trata de un instrumentista hábil dedicándose al cover más o menos inspirado. “Villager cumbia” –con notables intervenciones de Bellotto–, la dulce “Prosperity” y el breve pasaje de guitarra de “Palm I” le dan otro pulso a Villa, el aire de un músico que admite su background pero no se queda en la simple admiración de sus maestros. Lo que no le impide lucirse como intérprete de canciones tradicionales como “Somebody’s callin’ my name” o poner el bajo al servicio de una inspirada relectura de “Liebestraum” de Liszt. E incluso darse el lujo de compartir autoría con Spinetta en el melancólico “Searching for Eve” y con Scofield (en este caso de modo indirecto) en el mix “Spaghetti boogie/Whip the mule”.
Al cabo, una buena muestra de que un bajista no es necesariamente un músico en las sombras. De hecho, Malosetti se presentará este sábado en La Trastienda, y luego en una gira que visitará varias localidades del interior y llegará al festival Garonne de Toulouse (el 27 de junio), como parte de una embajada argentina que incluye a León Gieco, Liliana Herrero, Raúl Barboza, Karamelo Santo y Pequeña Orquesta Reincidentes. Allí irá el hombre que nunca quiso ser baterista, dispuesto a exhibir sobre el escenario un alma musicalmente bien negra. Y con orgullo.