Lun 28.03.2005

ESPECTáCULOS  › MOSQUITO SANCINETO EN EL TEATRO EL VITRAL

“En la improvisación hay un gran ejercicio de confianza”

El actor vuelve a la carga con el Match de Improvisación, una variante que sirve como entrenamiento no sólo para los actores, sino también para el público de toda clase que se acerca a ese experimento de actuación.

El teatro tiene un hijo que está creciendo: el Match de Improvisación, una técnica en la que dos equipos de actores compiten sobre el escenario por la aprobación del público. Iniciado a fines de los ’70 en Canadá, la variante llegó a la Argentina una década después, y desde entonces es un fenómeno en desarrollo constante. Uno de los impulsores de este movimiento es Fabio “Mosquito” Sancineto, un especialista en el tema que conoció al teatro improvisado cuando en el Centro Cultural San Martín dio sus primeros pasos. “La intención es revitalizar lo imprevisible del drama humano –explica Mosquito en diálogo con Página/12–, porque en la improvisación las historias son siempre muy pasionales y deben ser generadas de modo continuo. Nuestro mayor compromiso es generar un espectáculo vivo.” Mosquito encabeza el taller de improvisación del Centro Cultural Rojas y es creador y director de la Compañía de Teatro Argentina, con la que presentó durante el verano Match de improvisación e Improvisación registrada, con gran éxito, en Mar del Plata. El próximo sábado a las 23 presentará Improvisación registrada 2da. edición. Celebrando el regreso junto a su compañía, en el teatro El Vitral.
Las representaciones improvisadas son propuestas por el público, que escribe en un papel el título de la representación, el estilo en el que se hará y el tipo de final que desea. A veces, sin embargo, el aporte del público no es positivo: “Por la experiencia que tengo, el público a veces es muy poco creativo, escribe cosas realmente muy groseras. El público argentino es muy adolescente; es como que no busca abrir la puerta de la imaginación. Cuando aparecen títulos creativos es cuando se torna interesante el espectáculo”, afirma. Pero la experiencia no es en vano, ya que, según Mosquito, “el público que vuelve a nuestros espectáculos estimula mucho más la imaginación que la primera vez que vino”.
Al ser una especie de catarsis colectiva, esta “dirección compartida” del público a veces tiende a las problemáticas más comunes: las vacaciones con la suegra, el padre estricto, el novio engañado. Pero algunos títulos son un verdadero desafío para la creatividad y la imaginación de los actores. “Los de más vuelo que recuerdo últimamente fueron La chaucha violadora, La piraña eléctrica, uno muy raro que fue Iguana: valor y performance... era una cosa muy extraña.” Pero este tipo de espectáculo no es el mismo que surgió en Canadá, sino que “la naturaleza de las improvisaciones –explica Sancineto– es la novedad que yo impuse al espectáculo cuando lo readapté en 1998, al sacarle muchas cosas de lo que era en su origen la identidad canadiense”.
Los estilos ofrecidos al público son muy variados y dispares, aunque nunca los representan todos en la misma temporada, ya que, comenta, “tenemos una lista de casi 70 estilos”. Algunos son Opera, en donde cantan y se visten como en una ópera; Tragedia griega; Tragedia griega bizarra (“que es una mezcla nuestra que a los adolescentes que no conocen nada del tema los estimula a conocer de dónde vienen esos personajes”, se entusiasma Mosquito); Sin repetir palabras; Cámara lenta; Doblaje; Film inventado subtitulado; Marionetas...
Para poder llevar a cabo estas performances, los actores deben seguir un entrenamiento muy disciplinado. Y ser muy creativos: “Al actor que improvisa le genera un gran caudal de inteligencia activo sobre el escenario, más el cuerpo en actividad plena y cómo uno sustenta todo el tiempo el desarrollo de un conflicto que hay que desarrollar y buscarle un final. Tenemos una gran conexión, estamos muy entrenados en el decir sí a la propuesta del compañero. Eso es algo muy difícil en nuestra sociedad, la solidaridad con la idea del otro para alimentarla y llegar a un buen puerto con la historia. Aunque tampoco sirve el chiste fácil; a veces, cuando ocurre, se penaliza para el espectáculo y después entre nosotros lo hablamos también: qué nos pasó en ese momento que no pudimos generar algo más creativo. A veces corre sus riesgos porque no hay tiempo de elaboración para un personaje, porque el actor que acaba de hacer una improvisación enseguida sale a otra. Hay que estar muy concentrado para no repetir un personaje”.
La formación actoral tradicional es un obstáculo para el desarrollo de la improvisación, sobre todo porque, según Mosquito, existe cierto prejuicio sobre la improvisación. Y asegura que “los actores argentinos llegan muy estructurados a nuestros talleres y hay que hacer todo un trabajo de desestructuración porque hay un prejuicio con la improvisación. Una vez que lo conocen y vencen ese primer miedo, se lanzan. Después aparece el miedo de la confianza: tengo que confiar en el otro, cómo hago. Bueno, también se aprende. Esto también te sirve para la vida”.
Allá por el principio, hace 16 años, presentar el Match... era un sueño. Hoy está en tratativas para presentarlo en la calle Corrientes. “Mostrar lo que estamos haciendo y crecer cada vez más me da mucha felicidad”, explica el actor. “Y que vengan adolescentes a vernos, que quizá no irían nunca al teatro y los incitás a ir, me pone muy contento. Y quiero hacer cine (risas). Que los directores sepan que uno es un actor que puede trabajar en el cine”, se ofrece. Y guarda la reflexión final para cerrar la charla: “Hay que defender a los teatristas independientes, es algo que hace falta. Defender nuestra fuente de trabajo. A este quilombo de las clausuras post Cromañón hay que ponerle un freno, solucionarlo, porque hay que seguir trabajando”.

Entrevista: Sebastián Ackerman.

(Versión para móviles / versión de escritorio)

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS rss
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux