Aunque ya tiene un par de años, elegí el disco UP, de Peter Gabriel, un artista (la palabra músico o cantante no lo abarca en su totalidad) que todavía me sigue sorprendiendo. Creo que es una síntesis, un producto artístico único. Posee la sonoridad oscura de sus primeros discos solistas y a esa voz tan particular y expresiva hay que sumarle una exquisita búsqueda tímbrica, que combina sonidos electrónicos y étnicos. Una mención aparte merecen la calidad de grabación y el arte de tapa, que son impecables. Esta placa se ganó un lugar en mi discoteca.