ESPECTáCULOS
› SE CUMPLEN 30 AÑOS DEL FILM QUE ATERRORIZO A LOS BAÑISTAS DE TODO EL MUNDO
“Tiburón” sigue afilando sus dientes
La película de Steven Spielberg fue la primera en superar los100 millones de recaudación. Hoy el interés se renueva en los EE.UU. por el estreno en DVD de una nueva edición del film.
Por Rocio Ayuso
Desde Los Angeles
Las mandíbulas de Tiburón se vuelven a cerrar sobre el público con la celebración, hoy, del 30º aniversario de la película que aterrorizó a los bañistas de todo el mundo. Steven Spielberg, su director, siempre ha descripto el film como una mezcla de “coraje y estupidez”, un combinado explosivo que lo convirtió en el realizador más cotizado de Hollywood, capaz de crear el primer “taquillazo” del verano, ya que Tiburón fue la primera película en superar los 100 millones de dólares en su estreno.
Treinta años más tarde, Tiburón ha recaudado más de 260 millones de dólares en Estados Unidos. Si la cifra se ajusta a los precios actuales, Tiburón ocupa el puesto 45 de las más taquilleras de la historia del cine. Aun así hay ganas de más, y tanto el público como los estudios Universal, productores de la cinta, están listos para satisfacer el apetito del gran escualo blanco. Es obvio que el aniversario no existiría de no ser por el estreno en DVD de una nueva edición del film que coincida con la celebración. Poco importa que Tiburón fuera editada por primera vez en DVD hace tan sólo cinco años, coincidiendo, por supuesto, con el 25º aniversario del estreno de la película. “Cuando salió a la venta el primer DVD de Tiburón tan sólo había 7 millones de reproductores de DVD en Estados Unidos. Ahora hay más de 70 (millones)”, afirmó el novelista Peter Benchley, cuyo libro dio pie a la película de Spielberg. El DVD incluye un documental de dos horas, escenas eliminadas del film, entrevistas y un diario fotográfico para meterse de cabeza en la carnicería de Tiburón sin tener que escuchar las inquietantes notas de la música que John Williams compuso para esta película.
Otros que han querido participar en estas celebraciones son los residentes de Martha’s Vineyard (Massachusetts), la pequeña isla turística que Spielberg transformó durante más de siete meses en la isla Amity de la ficción. Durante años no querían saber nada de su pasado, temerosos tal vez, como las autoridades de la isla, de espantar a sus bañistas ante la amenaza de un tiburón, aunque fuera de película. Pero en esta ocasión ellos fueron los promotores del llamado “Festival del Tiburón”, que del 3 a 5 de junio pasado devolvió a sus playas a algunos de los integrantes del equipo de la película.
“A esta altura, el film es nuestra mejor arma promocional, parte de la identidad de la isla”, subrayó a la prensa Jeff Kristal, presidente de la Asociación Tinsbury de Comerciantes. El festival se quedó en una reunión de amigos, ya que los actores principales pidieron disculpas por su ausencia, Spielberg mandó un saludo grabado, y un amplio plantel de secundarios quedó una vez más eclipsado por Bruce, nombre con el que fue bautizado el tiburón en honor al abogado del realizador. Pero todos quisieron participar en las festividades, que se prolongarán a lo largo del verano con el sabor “Ataque de Tiburón” en la heladería local, carteles que rebautizan la farmacia local como Farmacia Amity o rebajas en los numerosos libros relacionados con el film. A su estilo, todas estas promociones reflejan lo que significó el estreno de Tiburón hace 30 años, algo más que una mirada inquieta al horizonte marino a la espera de ver una aleta de escualo.
“Fue la primera película que puso todas las técnicas de mercado que ya existían, publicidad, promoción y saturación, a las órdenes del talento de Steven Spielberg”, explica Tom Shone en su libro Blockbuster: How Hollywood Learned to Stop Worrying and Love the Summer. Como recuerda también el guionista Carl Gotilieb en su libro sobre los numerosos inconvenientes que debió soportar esta producción, que estuvo a punto de ser cancelada por graves problemas con el tiburón mecánico, su llegada a los cines marcó el primer estreno multitudinario que se recuerde. “Y desde entonces nada ha sido igual”, subraya en el diario Jaws Log, otro de los bocados de este tiburón.