Mié 22.06.2005

ESPECTáCULOS  › EL REPASO DE LAS INNOVACIONES DE “PADRE CORAJE”

Un culebrón que dejó huella

El Oro premió una historia que zafó de los lugares previsibles y un esfuerzo de producción en un país en crisis.

› Por Emanuel Respighi

Aun cuando Padre Coraje inauguró la nueva etapa de telenovela de época, alejándose del registro costumbrista que en la última década signó a la TV local, la historia de amor protagonizada por Facundo Arana y Nancy Duplaá estuvo aggiornada. Si bien la telenovela producida por Pol-ka no hizo referencias a la actualidad política social, la trama concebida por Marcela Guerty y Marcos Carnevale tuvo la virtud de contar la clásica historia de amor imposible, ambientada en la década del ’50, con un lenguaje narrativo propio de estos tiempos. Una telenovela que, en suma, hasta logró superar el marco políticamente correcto que históricamente caracterizó al género: aquí, el cura el pueblo no sólo era un forajido, sino que, además, se dejaba llevar por sus pulsiones sexuales y hasta se dio el gusto de tener varios amoríos en la mismísima sacristía de la iglesia del pueblo de La Cruz. Un pueblo conservador, un falso cura transgresor: la fórmula perfecta para un programa que se alzó con ocho premios Martín Fierro, incluido el gauchito de oro.
Al igual de lo que pasó con las mediciones de audiencia del programa, que del piso de rating de 14,1 puntos que obtuvo el 19 de marzo del año pasado pasó a los 26 puntos con los que finalizó la telenovela el 23 de diciembre, la entrega de los Martín Fierro fue de menor a mayor para Padre Coraje. Aunque inicialmente fue Locas de amor la que sacó ventaja de premios, obteniendo el galardón en las categorías de autor, dirección y unitario, poco a poco la telenovela elegida como la mejor del año pasado fue posicionándose como favorita para lograr el premio mayor de la velada. Finalmente ganó en siete de las diez categorías en las que competía: Facundo Arana se alzó con el premio al actor protagonista de novela; Carina Zampini fue elegida como actriz protagónica; Luis Machín y Julia Calvo se impusieron en el rubro actores de reparto; Nacha Guevara se llevó el suyo por su participación especial; y finalmente el Paz Martínez ganó por el tema ¿Y qué?, la cortina musical del programa. La frutilla llegó con la confirmación de que Padre Coraje se llevaba el Oro.
“Creo que el premio fue justo porque Padre Coraje fue una propuesta distinta, difícil, interesante y sumamente creativa. Fue un proyecto que excedió los límites de lo que en el país se plantea como telenovela, en términos de producción y guión”, le explicó Marcos Carnevale a Página/12, en medio de los festejos del elenco. Casualidad o no, en las últimas dos ediciones el premio mayor cayó en manos de dos telenovelas. “Tanto Resistiré como Padre Coraje –detalló el guionista– fueron telenovelas que marcaron ruptura, porque plantearon un formato y una manera de narrar distinta de los cánones de la telenovela tradicional. Son productos que se animaron a ir más allá a la telenovela de la tarde, de chico y chica, al que estábamos acostumbrados. Son propuestas que trataron temas más profundos, que casi no pertenecían a la telenovela y sí al unitario.”
A lo largo de sus 189 emisiones, Padre Coraje se fue ganando el apoyo masivo a fuerza de una trama que supo no estancarse en el mero despliegue de producción para retratar la sustanciosa década del ’50 en el país. Combinando el melodrama con ciertos toques de realismo mágico (inolvidable la escena de la crucifixión, la resurrección del Padre Juan o las escenas de la peste), el programa se le animó a la época con rigurosidad histórica, pero sin trasladar la solemnidad al guión, al punto que se animó a incluir en la trama a Juan Perón, Evita, Gatica y Tita Merello, entre otros ilustres argentinos. “Hay que rescatar el hecho de que se trató de una telenovela concebida en formato de unitario. Hacer una telenovela de época como Padre Coraje fue muy complejo, no sólo por las locaciones y el vestuario, sino también en términos de costos”, resaltó Facundo Arana, quien se puso en la piel del héroe rural de la ficción.
En tanto, Nancy Duplaá, la otra pata protagónica de un elenco que incluyó a Leonor Benedetto, Raúl Rizzo, Nora Cárpena, Javier Lombardo, EugeniaTobal y Melina Petriella, reconoció que con el papel de Clara Guerrico llegó a la “esencia” de la actuación, dadas las circunstancias por las que debía pasar su personaje, envuelto en sangre, escenas sexuales de alto voltaje y conflictos familiares. “La telenovela –reconoce la actriz– lidió con el hecho de meterse con la Iglesia, sabiendo que en este país la Iglesia tiene mucho más poder que cualquier otra institución. Igualmente, yo hubiera ido un poco más: no sólo hubiera tenido sexo en la iglesia, sino que también hubiera incorporado a la relación sexual algunos elementos e imágenes propias de la Iglesia. Y no creo que se hubiera ofendido nadie, porque al fin y al cabo lo que estamos haciendo es contar un cuento. En definitiva, el único que tiene derecho a ofenderse es el de arriba.” Aunque Leonor Benedetto se fue con un sabor agridulce, ya que no ganó el premio como mejor actriz de telenovela, reivindicó el hecho de que se premie al género. “La telenovela es un género popular, que logra meterse en el corazón y en el alma de la gente como ningún otro género televisivo. Es por eso que Padre Coraje movilizó tanta pasión.”

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