Los Super Ratones pueden sacar pecho: ninguna otra banda del rock argentino actual lleva veinte años de trayectoria sin modificar su formación. Por eso, esta noche soplará las velitas con un show en La Trastienda Club. Y al orgullo de la permanencia, este cuarteto nacido en Mar del Plata puede añadirle otras razones para seguir con los festejos: acaba de publicar su primer DVD, Urgente, prepara su quinta gira por España, en la que tocará en festivales junto a Little Richard y Los Lobos, y ya empieza a pensar en su noveno álbum, que saldría antes de fin de año. Antes del show aniversario, con los uruguayos Cursi (la banda de Diego Drexler, el hermano de Jorge) como invitados, Fernando Blanco (bajo y voz), Mario Barassi (guitarra y voz), Person (batería y voz) y Pingüino (guitarra) hablan de “convicción” y “comunión” a la hora de explicar las razones de una carrera de dos décadas. “Sabíamos lo que queríamos, entonces fuimos y la peleamos contra viento y marea”, explica el bajista. “Era una especie de quijotada, porque nunca tuvimos facilidades para salir adelante con nada. Nos costó cinco años poder llegar al primer disco. En la época en la que aparecimos en Mar del Plata haciendo una onda beatle, o de rock’n’roll más clásico, ese estilo era o muy viejo o muy nuevo, porque todavía no había pegado el revisionismo que llegó a mediados de los ’90 con el brit pop. Estábamos medio a contramano, pero de alguna manera había algunos indicios de que algo funcionaba, porque teníamos buena respuesta de la gente.”
–Más allá del proyecto musical, la relación entre ustedes tiene que ser especial para haber seguido juntos tanto tiempo.
Pingüino: –Nuestra relación es de una amistad que tiene algo de hermandad. Nos queremos mucho. Por ahí no te bancás cosas de alguno, pero sabés que el grupo es lo principal.
Person: –El hecho de habernos mudado juntos a Buenos Aires influyó muchísimo, porque la banda se convirtió en nuestro grupo primario de pertenencia.
–¿Cómo fue que llegaron a Buenos Aires?
Blanco: –Con mucho sacrificio. Nos cagábamos de frío en los trenes, pero el objetivo era claro: queríamos ser la primera banda marplatense en conquistar un disco y plantarnos con nuestra música en Buenos Aires.
Person: –Había bandas que tenían una política de hacer dos o tres teatros por año y listo. La nuestra era la contraria, muy de laburo: tocar todo lo que pudiéramos. Creo que también por eso llegamos a veinte años juntos.
Blanco: –En 1987 mandamos un demo al programa Gira mágica y misteriosa, de Radio Nacional, y el conductor se copó, lo pasó y nos consiguió un par de fechas para tocar en Buenos Aires. Allí empezamos a contactar gente y a venir. Y cuando pasó la crisis del vinilo (1989), decidimos venir y atacar a ver quién nos ofrecía algo para grabar. Cuando pudimos hacerlo, empezó otra etapa de nuestra historia.
–Ese primer disco, Rock de la playa (editado en 1990), los instaló como una banda “divertida” y les abrió las puertas de programas como Ritmo de la noche, cosa que generó prejuicios entre los rockeros.
Pingüino: –Hay bandas que han grabado cortinas y se han comprometido mucho más con Tinelli, pero quedamos pegados nosotros.
Blanco: –Igual, tuvimos vida antes y después, no es que fuimos una banda que sólo estuvo ahí. Pero, bueno, es un momento que quedó fijado... Nosotros siempre peleamos contra la dicotomía entre bandas “serias” y bandas “de entretenimiento”. Siempre nos pareció que una banda puede ser muy buena y a la vez entretener.
–¿En algún momento sintieron que tocaban fondo?
Blanco: –Un momento muy triste fue cuando empezamos a tocar en unos boliches de Recoleta. Tocábamos para cinco personas que nos miraban con cara de orto porque estaban comiendo y nosotros caíamos a tocarles rock. En un lugar de ésos había un disc jockey que tenía mucho laburo y cuando tocábamos aprovechaba para dormir. La imagen que teníamos nosotros era que estábamos tocando y había un tipo durmiendo abajo de las bandejas.
–¿Y cuándo descubrieron que eso ya había pasado?
Blanco: –Cuando focalizamos en la idea de hacer un buen disco, que fue Autopistas y túneles (1998). En un momento empezamos a tocar en el Parque de la Costa y había momentos muy difíciles, porque tocábamos al aire libre en invierno y no podíamos hacer las escalas porque teníamos los dedos ateridos. Me acuerdo de que un día tocamos para dos personas... que seguramente trabajaban en el parque. Era como en la película This is Spinal Tap. Pero ya lo tomábamos como un laburo que iba a permitirnos grabar el disco que queríamos. Nos dábamos máquina y decíamos: “Esto es laburo, mañana vamos al estudio y metemos una buena canción”.
–A la distancia, después de haber disfrutado de un retorno al éxito con la canción Cómo estamos hoy (de Mancha registrada, 2000), ¿pueden reírse de aquellos momentos?
Blanco: –Ahora me río de lo que pasó, pero creo que si nos equivocamos demasiado, podemos volver a eso. De hecho, podemos ver a muchos músicos que en su momento fueron consagrados y hoy están en momentos muy difíciles. Eso es una advertencia. Vendí diarios durante tres años mientras tocábamos en el Parque de la Costa. Y era un garrón. No voy a decir que agradezco haber pasado por eso, porque no soy partidario del sufrimiento, pero sí lo soy del aprendizaje.
–¿Cómo imaginan el próximo disco?
Person: –La verdad, no sabemos. Creo que el hilo conductor será una cierta improvisación, a ver qué pasa, qué es lo que nos planteamos para esta vez.
Blanco: –Lo que mandarán serán las canciones que salgan. Eso lo aprendimos después de Autopistas... Por una cuestión de decisiones del momento, en el último disco no hubo mucho de desarrollo coral y en éste me parecería bueno retomar eso porque es como un sello distintivo de Super Ratones.
Person: –Lo que sucedió en Urgente (2003), nuestro último disco, fue que mandó más la música. Como veníamos muy aceitados de una gira por España, nos sentíamos seguros para apostar al sonido de banda y descuidamos un poco la parte vocal.
Blanco: –Quizá retomemos algunos elementos del pasado, pero el día que repitamos una fórmula, va a ser una señal de que estamos cerca del final.
–Entonces se puede asegurar que no planean hacer un cover de los Beach Boys...
Blanco: –(Sonríe.) Digamos que no.