“Uno de los problemas fundamentales de la ópera moderna es la voz: ¿qué se hace con ella; se canta como siempre? Y Georges Aperghis trabaja precisamente sobre ese tema”, dice Martín Bauer, codirector del Centro de Experimentación del Teatro Colón (CETC) y uno de los responsables de la concepción y la dramaturgia de El caso Elsa, la obra que, a partir de las Recitaciones de Aperghis, se estrenó ayer en esa sala. Con funciones hoy y mañana a las 20.30, el domingo 31 a las 17 y el martes 2 y miércoles 3 de agosto, también a las 20.30, la obra partió, para Bauer, de “la búsqueda de una manera escénica de encarnar estas obras”.
Según Bauer, la obra de Aperghis se caracteriza por “el proceso para hacer que la voz hablada suene musicalmente. Estas recitaciones son sumamente interesantes, porque son muy abiertas en cuanto al carácter y el tempo, pueden hacerse a velocidades muy diferentes y con intencionalidades distintas, pero absolutamente estrictas en la construcción. Tienen una estructura rigurosísima, a diferencia de las obras de John Cage, por ejemplo”. Aperghis, nacido en Atenas, hijo de un escultor y una pintora, tuvo unos comienzos bastante atípicos dentro del panorama de la música contemporánea. Casi autodidacta y dedicado por partes iguales a la pintura y la música, la experiencia que cambió su vida fue la audición de los experimentos en música concreta –con recortes de cintas grabadas– de Pierre Schaeffer. A los 18 años se instaló en París, dejó la pintura y decidió dedicarse a la composición. Sus primeras influencias vinieron del serialismo y de Iannis Xenakis. Pero las fundamentales, más enfocadas en la relación entre el sonido y la escena, tuvieron que ver con John Cage y Mauricio Kagel. Recitaciones es una serie de obras para voz sola, escrita en 1978, de la que la cantante Linda Hirst, en el 2003, presentó una, no incluida en este espectáculo, en el ciclo de música contemporánea del Complejo Teatral de Buenos Aires.
Con dirección musical de Santiago Santero y dirección escénica de Alejandro Tantanian, El caso Elsa fue concebida por la cantante Lía Ferenese –que es la protagonista–, Bauer y Santero. La escenografía y el vestuario son de Oria Puppo y la iluminación de Jorge Pastorino. En la propuesta sobrevuela el recuerdo de la genial Lohengrin de Salvatore Sciarrino, presentada en el CETC el año pasado prácticamente por el mismo equipo creativo y en donde Ferenese había realizado un trabajo notable. Y el planteo escénico, justamente, parte de la base de que Georges Aperghis compuso sus Recitaciones bajo el efecto del recuerdo de la representación del Lohengrin de Sciarrino. En el espectáculo se integran, también, textos de Paul Leateaud (tomados del libro Fricciones de Tomás Abraham), otras obras de Aperghis y composiciones de John Cage, Sciarrino y Santero, en las que participa un grupo de instrumentistas conformado por Marta Roca en violín, Martín Devoto en cello, Patricia García en flauta, Martín Moore en clarinete, Lucas Urdampilleta en piano, Gabriel Spiller en percusión y Marcos Cabezaz en marimba. Fundador en 1976 del Atelier Théâtre et Musique (ATEM), situado durante 15 años en Bagnolet y actualmente en Nanterre, Georges Aperghis es una de las figuras más importantes de la actualidad en el campo del teatro musical, con composiciones ya clásicas como Commentaires o Die Hamletmaschine-Oratorio, basada en el texto de Heiner Müller. Una de sus últimas obras, Machinations, obtuvo el Grand Prix de la Sociedad Francesa de Compositores.