ESPECTáCULOS
› “ELSA Y FRED”, DE MARCOS CARNEVALE
Un amor como los de antes
› Por Luciano Monteagudo
ELSA Y FRED
España/Argentina, 2005.
-Producción: José Antonio Félez.
-Dirección: Marcos Carnevale.
-Guión: Marcos Carnevale, Lilly Ann Martín, Marcela Guerty y José Antonio Félez.
-Música: Lito Vitale.
-Intérpretes: China Zorrilla, Manuel Alexandre, Blanca Portillo, Roberto Carnaghi y Federico Luppi.
Elsa (China Zorrilla) tiene 83 años, ocupa ella sola un espléndido piso de Madrid y disfruta de la vida todo lo que le permiten su edad y su hijo mayor (Roberto Carnaghi), a quien ella llama “la policía”, por el celo excesivo con que la cuida (“controlador como el padre...”, se queja). A Elsa le gusta vestirse bien, hablar sin parar por su celular color fucsia y salir a pasear con su coche, mientras pone a todo volumen en el estéreo del auto Hoy puede ser un gran día y lo tararea por encima de la voz de Serrat. Fabuladora crónica, Elsa también es capaz de enredar en una conversación al más pintado, empezando por su nuevo vecino, Alfredo (Manuel Alexandre), un veterano apenas un año menor que ella, que acaba de quedar viudo y que no sabe qué hacer con su soledad, además de lamentarse.
El comienzo de la relación entre ambos no podría ser peor: una discusión de Elsa con la hija de Alfredo, una arpía mandona e interesada que quiere saber quién le chocó su auto estacionado abajo (Elsa, por supuesto) y que se refiere despectivamente a ella como “la argentina ésa...”. La firme defensa de Alfredo (“¿Qué tiene que ver el lugar donde uno ha nacido, dime?”) es sin embargo el comienzo de una amistad que irá llegando de a poco al amor, sin vergüenzas. Tanto que Fred finalmente le hace el gusto a Elsa y la lleva a Roma para que se bañe en la Fontana di Trevi como Anita Eckberg en La Dolce Vita, aunque un poco más abrigada, por las dudas.
Concebido como un vehículo de lucimiento para su pareja protagónica y particularmente como un crowd pleaser para el público español, para quien Manuel Alexandre es toda una leyenda, Elsa y Fred tiene un guión redactado a ocho manos, por el director Marcos Carnevale y tres escribas más, entre ellos el productor madrileño José Antonio Félez. Para ser tantos, el film no carece de homogeneidad, incluso cuando parecen pelearse entre ellos. “¡Vos no le tenés miedo a morir, le tenés miedo a vivir!”, le dice Elsa a Fred, y él le contesta, como si fuera el guionista rival: “¡Calla, pareces un manual de autoayuda!” Para paliar esos lugares comunes, la gran China Zorrilla apela a su simpatía natural y a sus legendarios “morcilleos” que le dan vida propia a la película.