ESPECTáCULOS
› “ALERTA ROJO”, EXTRATERRESTRES EN LA SALA LUGONES
Aliens, monstruos y otras amenazas
“Alerta rojo: extraterrestres, monstruos y otras amenazas-El cine fantástico de Hollywood durante la Guerra Fría”, se titula el ciclo que el Teatro San Martín y la Cinemateca Argentina llevarán a cabo del lunes 15 al domingo 21 de julio, en la Sala Leopoldo Lugones. La muestra estará integrada por siete films representativos del imaginario estadounidense en tiempos de los primeros viajes espaciales, cuando la amenaza atómica y las mutaciones genéticas ya eran una realidad. Generalmente producidos con bajos presupuestos (dentro del marco del llamado cine clase “B”), estos clásicos de Howard Hawks, Jack Arnold, Edgar G. Ulmer y Don Siegel, entre otros, han perdurado en el tiempo no sólo como films de una notable eficacia narrativa y un intenso poder visual. También supieron representar una época, marcada por la paranoia y el miedo a lo desconocido. El ciclo arranca con El enigma de otro mundo (1951), de Christian Nyby (y Howard Hawks, no acreditado), uno de los primeros films sobre invasiones extraterrestres, que sentó las bases ideológicas y estructurales de la amenaza exterior según Hollywood. El martes 16 va El hombre del planeta X (1951), de Edgar G. Ulmer. En seis días de rodaje, con apenas un puñado de dólares y una escenografía reciclada de otro film, el director Ulmer introdujo la idea inquietante del enemigo capaz de apropiarse de la voluntad ajena.
El miércoles 17 está programada La guerra de los mundos (1953), de Byron Haskin, versión de la famosa novela de H.G. Wells sobre los marcianos que invaden la tierra, destruyendo todo a su paso. El jueves 18 se proyecta Llegaron de otro mundo (1953), de Jack Arnold, versión del relato The Meteor, de Ray Bradbury. El viernes 19 va La invasión de los usurpadores de cuerpos (1956), de Don Siegel, quizá la mejor película de invasiones extraterrestres, un film paradigmático en el que se puede leer la histeria macartista de la época: el enemigo ya no como “el otro” sino enquistado en el interior mismo de la comunidad, “el semejante”. El sábado 20 llega Monstruo en la noche (1957), de Arnold Laven. Entre los terrores de los años ‘50, uno de los más extendidos fue el del gigantismo: monstruos colosales producto de radiaciones atómicas, de manipulaciones genéticas o como expresión de la venganza de la naturaleza, que opone una violencia atávica contra el desaforado progreso científico. De eso trata también la película que cierra el ciclo, el domingo 21: La bestia de la caverna embrujada (1959), típica producción de bajo presupuesto del legendario Roger Corman, que en este caso significó el debut del director Monte Hellman.