ESPECTáCULOS
Los secretos del “Kamasutra”, en un programa ideal para las neofitas
La señal Cosmopolitan presenta este mes un especial en que los conductores explican al público las 24 famosas posturas del tratado.
› Por Mariano Blejman
La primera pose lleva el nombre de El Tornillo y la indicación –como ocurrirá durante todo el programa– está dirigida expresamente a las mujeres: “Para esta postura es necesario un futón colocado sobre el suelo. Debes colocarte tumbada de espaldas, dejando los glúteos al borde del futón, después gírate. Al quedar semienroscada, tu amante se debe arrodillar para la penetración que debe ser con una cadencia más bien lenta, y ya verás como la sensación de los músculos vaginales palpitando y presionando el pene es especialmente placentera para los dos”. La explicación lleva como ilustración unos dibujos semi-animados y es una de las posturas que enseña el especial Kamasutra que integra el ciclo “Sexo en la noche” de la señal Cosmopolitan, con la conducción del pícaro José Bernal y la sugerente Mónica Hoyos. El programa, que se estrenó esta semana, tiene repeticiones el lunes y el miércoles próximos a las 23.30, y el sábado 14 y el miércoles 18 a las 23.
Las 24 posturas del Kamasutra (Kama-amor / Sutra-lecciones) han sido adaptadas al mundo occidental. El libro nació hace más de dos mil años en la India, cuando un hombre llamado Nandim escribió una serie de “aforismos del amor” en mil capítulos, que luego fueron resumidos y abreviados por varios autores. La que llegó al siglo XX es la versión de Mallanaga Vatsyayana, que se convirtió en el best-seller más grande de la India en Occidente. Allí se detallan numerosas y originales posiciones sexuales, algunas complejas e intrincadas, otras casi imposibles, dignas de un número de circo, que este lado del mundo ha sabido transformar a su conveniencia.
La ausencia del pecado y la falta de culpabilidad sexual han sido los caballitos de batalla del Kamasutra para llegar a Occidente, curiosamente como un elemento exótico de Oriente. Como sea, de forma muy clara y concisa en el caso de éste especial, la voz de la española Hoyos sirve para explicar por ejemplo cómo se hace El Espejo, donde lo morboso de esta postura consiste “en mirar y no tocar”. Hay mucho más: El Arco es “una provocación para tu amante: túmbate de espaldas y arquea tu cuerpo apoyándote sobre hombros y pies y eleva tus caderas”. La Sumisión (en este caso la sumisión es para el hombre) depara que las damas sean dueñas de la situación. Otro consejo: en La Boa “procura imitar una serpiente que moviliza su presa para retenerlo en tu interior”.
Para explicar la postura de La Araña, la conductora –que oficia de arisca en cámara ante los constantes hostigamientos de Bernal– explica:
“Acuéstate de espaldas con las nalgas en el borde de la cama y deja caer las piernas sobre el suelo, procura que te coja (en el sentido español del término) de los muslos para impulsar la penetración”. Y luego da un consejo detallista: “No olvides aferrarte con las manos al borde del colchón”. La Sorpresa, en cambio, es recomendada para aquellos que gusten del componente animal. “Esta postura tiene reminiscencias silvestres, permite que tu compañero te tome por detrás como si te sorprendiera”, dice. En otro de los bloques, Bernal sale a preguntar a la calle: “¿Dónde está el Punto G?”. Recibe respuestas como: “No sé; se supone que existe; es el punto Guau; o se llama Cristian”.
Para el Kamasutra, según el especial, el juego sexual en sí no es el propósito del libro. “Para Vatsyayana, el sexo es el momento de armoniosa unión en que el plano de la fe se convierte en el plano del ser”. Para algunos estudiosos, en cambio, el Kamasutra fue concebido como una especie de manual de autoayuda para la elite india masculina. Pero su similitud con las revistas del corazón o de los sentimientos (al mejor estilo Cosmopolitan justamente) es bastante clara. Aun si sus instrucciones dejan de ser para hombres –como fueron concebidas inicialmente– y se convierten en consejos para la mujer. De cualquier modo, habrá entonces que utilizar dos objetos de la sociedad de consumo para comprenderlo todoun poco mejor: encender la tele y poner un casete para grabar en video. Y, por qué no, después ponerse a practicar. Cuidado con el tornillo.