ESPECTáCULOS
• SUBNOTA
Peleando con la TV abierta
La enorme distancia que la televisión abierta le llevaba al cable a fines de la década del ‘80 se fue acortando poco a poco. Instalada la convertibilidad, el cable vivió su época de oro durante los ‘90, cuando más de 5 millones de argentinos estaban suscriptos a la TV paga. Devaluación mediante, la cantidad de abonados hoy a duras penas roza los 4 millones. Pese a que el dominio de la TV abierta continúa, la penetración del cable en los hogares les quitó algo de público a los cinco canales nacionales. El rating de diciembre sirve para entender la relación entre las dos patas televisivas: mientras que la TV abierta promedió los 21.9 puntos, la TV por cable alcanzó los 14.5 puntos durante ese mes. Es decir que la diferencia de rating es de sólo 7.4 puntos. Otro dato que aclara el panorama lo otorga el share, que discrimina el porcentaje entre los que miran la TV abierta y los que ven el cable, según los televisores encendidos en el momento de tomar la muestra. En diciembre, la TV abierta tuvo un share promedio de 65.5, contra los 38.2 que obtuvo el cable. Pero vale una salvedad: el share está tomado sólo en el período en el que los canales de TV abierta tienen programas al aire. La limitación no hace más que disminuir la relevancia del sistema pago, ya que omite las madrugadas, justamente el período de tiempo donde el cable –o el satélite– se convierte en la única opción de los sonámbulos.
Nota madre
Subnotas
-
Peleando con la TV abierta