ESPECTáCULOS
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Brando, gladiador del funk
“Es muy grosso ser padre”, repite Dante, y justifica una dedicatoria de Elevado que dice “a mi amor María y mi hijo, futuro gladiador del funk”. El gladiador en cierne se llama Brando de Dios, y a sus escasos diez meses da pruebas de su código genético. “Tiene un padre músico y una madre bailarina, que es una combinación súper musical, y está todo el día jugando con instrumentos, todavía no camina pero se para en puntas de pie y toca las teclas del piano”, cuenta. “Ya dejé una de mis guitarras en el piso, para que sea la de golpear, y ya sabe hacer con la manito como si estuviera rapeando. Y María lo tiene todo el día bailando.”
–Es como unir líneas con su propia infancia, ¿no?
–Sí, es mortal, es algo re-genético. Cuando tenía dos meses me puse a cantarle con la guitarra al lado y juro que se puso a balbucear como si cantara. Con María nos emocionamos muchísimo, no lo podíamos creer. Cuando estaba embarazada le poníamos los auriculares en la panza, y hasta estuvo en la mezcla de Elevado, con el sonido a full. Cuando sonaban los graves pateaba a lo loco...
Nota madre
Subnotas
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Brando, gladiador del funk