ESPECTáCULOS
Valle Inclanes pequeñitos
“Una noche, Jiménez Caballero, director de La Gaceta Literaria, ofreció un banquete a Valle Inclán. Asistieron una treintena de personas, entre ellas Alberti e Hinojosa. A los postres nos pidieron que dijéramos unas palabras. Yo me levanté primero y dije: La otra noche, mientras dormía, sentí unas cosquillas, encendí la luz y vi que por todo el cuerpo me corrían Valle Inclanes pequeñitos. Alberti e Hinojosa dijeron cosas tan graciosas como ésta, que fueron escuchadas en silencio y sin la menor protesta por los demás comensales. Al día siguiente, me encontré casualmente con Valle Inclán en la calle de Alcalá. El levantó su gran sombrero negro y me saludó al pasar, tan tranquilo, como si nada.” (De Mi último suspiro (memorias), de Luis Buñuel. Ediciones Robert Laffont, de París, y Plaza & Janés, de Barcelona.)