Pauls no tiene ningún problema en aceptarlo: Ser Urbano es un ciclo que se inspira en El visitante y El otro lado, los dos programas periodísticos que a principios de los noventa realizaba el periodista Fabián Polosecki. “En un momento de mi vida –señala–, eran los únicos dos ciclos que veía por TV.” De igual forma, el actor confiesa que el primero en ver en él a un futuro conductor periodístico fue Juan Castro, quien en 1996 le había ofrecido acompañarlo al frente de Zoo, el ciclo que el periodista condujo en América. Con estilos y formas diferentes, tanto Polo como Castro hicieron un periodismo social de la periferia. Y ambos periodistas terminaron quitándose la vida.
–Teniendo en cuenta la correspondencia de Ser Urbano con los ciclos de Polosecki y Castro, ¿cómo influyen esas muertes en su cabeza?
–Yo no sé las razones por los que ellos no están más acá. No sé si pasó lo que pasó exclusivamente por lo que vieron... Lo que puedo decir es que lo que vemos es terrible, porque causa un dolor y una impotencia profundos. Son imágenes y personas que si no se las recicla y quedan dentro de uno generan cosas muy tristes en tu interior, como un malestar que ahoga. Yo nunca pensé en esa salida, pero hay días que tal vez se comprende mucho más la idea del suicidio en sí. Porque el dolor, la angustia, el hambre, la marginalidad, la infelicidad no se termina cuando se apaga la cámara o termina el programa: son marcas imborrables que nos acompañan para siempre.