ESPECTáCULOS
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Errores y equívocos
“Nunca sentí que se pueda cambiar nada con una canción o con un poema”, advierte Viglietti. Ese es un primer equívoco que quiere aclarar: “Muchos piensan que uno cree que una canción puede cambiar la realidad. Que el latifundio puede caer mientras se canta A desalambrar, o que el hombre nuevo puede aparecer porque uno lo convoca en una canción. Es un profundo error. Yo soy el más convencido de la fragilidad de la canción. Una canción es un pequeño acto contra el silencio, brevísimo. Son unas ideas, unas palabras, unos sonidos, hechos de la nada. Es frágil, aunque sabe volar”. El segundo equívoco es el del “hombre nuevo”. “El hombre nuevo inmediatamente deja de serlo y hay que seguir buscándolo”, explica. “No se puede oxidar, esclerosar, no puede enfrentar al poder con un pensamiento libertario, y después instalarse en el escritorio y en la silla a defender los pequeños privilegios. El cambio tiene que ser caminando, cuestionando, y sabiendo que lo que vamos a lograr son etapas, acercamientos. Después ese cambio se esclerosa, se oxida. Y hay que seguir. No es cuestión de cuatro pasos en las nubes, son muchos pasos en la tierra para poder ir cambiándola.”
Nota madre
Subnotas