ESPECTáCULOS
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Cronista de cada esquina
Por Facundo Cabral *
Nunca hubo en nuestra música un impacto tan grande como fue la salida del primer disco de Leonardo. Se escuchaba sólo Favio. Recuerdo que yo grababa en otro sello, RCA Victor, y él estaba en CBS, pero todas las fábricas de discos de Argentina pararon la producción para fabricar discos de Leonardo y abastecer la demanda. Fue un hallazgo, Favio era una enorme novedad, un tipo tan singular, algo tan bello y tan directo, era como la medida de la canción popular. Además, contaba una historia, Ella ya me olvidó, yo la recuerdo ahora, era maravilloso.
Era como un cronista de cada esquina y además en un género amplio, que no podías meter dentro de ninguna categoría. Aunque es una palabra muy manoseada, Favio es pueblo, en la mejor acepción de la palabra, no hablo de cantidad ni de masa. La sensación que tenemos cuando lo escuchamos es que él canta para vos; esa condición la tiene muy poca gente, es como cuando escuchás a Edith Piaf, o Modugno, está hablando contigo. Lo mismo que cuando escuchás a Troilo, sentís que está tocando para vos, son los grandes fenómenos populares. Favio le canta al cada uno que hay en cada cual. Por eso pasaron tantos años y las canciones de él perduran; yo he andado mucho y los dos artistas más queridos, que siguen siendo inmensamente populares en América latina son Leonardo Favio y Leo Dan. Es que esas canciones son clásicos, están ahí. En la Argentina me parece que no tenemos ni idea de lo que representan afuera.
Es interesante, porque Favio ya tenía un buen cartel como actor, de pronto te encontrás con que también es un director de cine importante y después viene la sorpresa extraordinaria, porque es insólito que aparezca como un cantante popular de ese nivel. Es algo así como si Borges, por ejemplo, después de escribir El Aleph hubiera grabado un LP de milongas que te asombra. Favio es realmente un tipo muy completo, que respira arte. Y además tiene una tremenda sinceridad como ser humano, como hombre social, porque tuvo una posición permanente –aunque no tenga nada que ver con el arte– pero Favio es coherente hasta en eso. ¡Qué maravilla encontrarte con alguien que sabés que es eso que estás escuchando y viendo! Es un lujo. Porque en la música popular, el primer requisito es ser verdadero, y Leonardo ante todo es Leonardo. Ves una película de Favio y enseguida sospechás que es él, y además tiene una manera de cantar absolutamente singular. Las suyas son canciones cinematográficas, son canciones para ver.
Una vez cantamos juntos, alrededor de 1980, y yo siempre digo que fue un gran éxito policial, porque nunca vi tanta policía junta.
Siempre me dio mucho placer escucharlo, lo sentía verdaderamente como un aire fresco.
* Cantante y compositor, es contemporáneo y amigo personal de Favio. Sus discos Facundo Cabral (1970) y En vivo en el Teatro Embassy (1972) han sido reeditados por Página/12.
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