ESPECTáCULOS
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Después de los cincuenta
Rosa Regás no es una mujer sumisa. Le gusta defender las libertades de la gente y, aunque a veces siente que le falta tiempo –“no soy de vocación única”, dice–, trata de conquistar espacios para todo lo que la apasiona: la escritura, la lectura y la gestión al frente de la Biblioteca Nacional de España. Nació en 1933, en Barcelona, donde cursó sus estudios y se licenció en Filosofía. Durante la década del ‘60, trabajó en la editorial Seix Barral. A principios de los ‘70, fundó la editorial La Gaya Ciencia, la revista Arquitectura Bis, I Quaderns de la República y la Guerra civil. Entre 1983 y 1994 fue traductora para las Naciones Unidas en Ginebra, Nueva York, Nairobi, Washington y París. En los ‘90, dirigió el Ateneo Americano de la Casa de América en Madrid. Recién en 1991, cuando ya había cumplido los 50, Rosa publicó su primera novela, Memoria de Almator. Y aparecieron los premios: el Nadal por la novela Azul y el Ciudad de Barcelona por Luna Lunera. También ha publicado libros de cuentos y ensayos. En 2001 ganó el Premio Planeta por La canción de Dorotea.
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