ESPECTáCULOS
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Entre sapos y chacareras
“Los rococos de mi tierra, se le llama así a un sapo muy grande, que es un gran cantor. Observando a los sapos con atención, ellos cantan en los charcos aledaños a los ríos, donde hay agua tranquila. Se los ve comenzar el canto, hacer tuttis corales y, sobre todo, yo no sé si existe o no una batuta secreta que los hace callar exactamente al mismo tiempo. Yo he afirmado, con la irresponsabilidad que me caracteriza, que los rococos tienen una cultura coral. Y lo que sucede en este mundo de contradicciones, en el que les negamos la posibilidad de conciencia en la comunicación a los animales, tenemos que pensar que hemos cometido muchas injusticias. En pleno medioevo se pensaba que las mujeres no tenían alma, después hubo que reformar la tesis. Y no me cabe la menor duda de que se va a reformar la tesis con respecto a los pájaros, a los animales, que cantan con una profunda conciencia de lo que es el canto. Todo el mundo dice “tal pueblo es inventor de la chacarera”, ¡mentira! La chacarera está en el rococo, que tiene dos cantos, parece que fuera la voz de la propia tierra. Yo se los voy a imitar: (imita el canto de un rococo). Ese es el canto de un rococo suelto. Pero el rococo muchas veces en cantos colectivos hace este otro, que es el ritmo exacto de la chacarera (imita el canto). Esa es la chacarera. Dos alzares en un ritmo de 3 por 4. Con menos palabras no se puede explicar el ritmo endiablado de la chacarera, que no es nada más que eso, y el rococo lo conoce perfectamente. Sobre el rococo yo he hecho una suite, que después la he pasado al piano.”
(Narración del Cuchi Leguizamón introduciendo El rococo, incluida en el CD En vivo en Europa.)
Nota madre
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