Contar con Afo Verde como productor artístico, ¿no fue una invitación al prejuicio rockero?
–Con los Cadillacs nunca fuimos prejuiciosos, y eso es algo que mantengo. Ser producido por Afo me sentó cómodo, y listo. Los prejuicios rockeros acerca de Afo por su trabajo con Bandana no me inquietan. Yo no hice concesiones, a pesar de que la historia del rock está llena de concesiones. Si ves la película 25x5, Mick Jagger no canta “let’s spend the night together” (pasemos la noche juntos) sino “let’s spend some time together” (pasemos el tiempo juntos). Esa es una concesión tremenda. Mi plan es no hacer nada con lo que me sienta incómodo; obviamente no voy a ponerme una pollerita tipo Bandana. Los Beatles se cortaban el flequillo y eso no afecta ninguna de sus canciones. Lo importante es la canción, no me interesa si el artista duerme en una cama de clavos o si tiene auto importado. Me chupa un huevo si sos súper independiente o si tocás en el programa de Mirtha Legrand. Cuento una anécdota que va a ser como afilar el hacha del verdugo: cuando con los Cadillacs fuimos a Miami a mezclar mi canción Quinto centenario, yo me alquilé un Mustang convertible. Tal vez resultaba contradictorio hacia la letra de la canción andar en Mustang por Miami, pero era un gusto que honestamente me quería dar, y que económicamente en ese momento podía hacerlo; hoy ya no. ¿Eso estaba mal? Supongo que no.