El cineasta Alex de la Iglesia nació en Bilbao en 1965 y estudió filosofía en la Universidad de Deusto. Antes de dirigir su primer y único cortometraje, Mirindas asesinas (1991), dibujó cómics y fue director artístico en la televisión y en la película Todo por la pasta (1990), de Enrique Urbizu. En 1992 hizo su primer largo, Acción mutante, producido por Pedro Almodóvar, quien le dio el puntapié inicial para llegar a las grandes distribuciones. Pero El día de la bestia (1995), una especie de comedia policial o de terror, lo haría famoso en todo el mundo. Con Perdita Durango (1997), Muertos de risa (1999) y La comunidad (2000) no haría más que confirmar su capacidad para usar la violencia y el suspenso en función de la ironía. Su sexta película, 800 balas, fue su primer proyecto financiado por su productora Pánico Films. Y Crimen ferpecto es la segunda de sus producciones y, de alguna manera, su crítica más feroz a la sociedad de consumo.