ESPECTáCULOS
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“Un músico sin concesiones”
Testimonios de gente que lo conoció bien:
- Horacio Ferrer: “La humildad de Osvaldo Pugliese se hace manifiesta cuando, en cierta oportunidad, en el Café de los Angelitos, llamé a Duke Ellington y a Count Bassie ‘los Pugliese del jazz’. Osvaldo, desde el piano, sonríe, porque a él no se le ha ocurrido compararse jamás ni siquiera con una pianola. Como Troilo, como Gobbi, como Goñi, con los que comparte hacia el ’40 la mayor y mejor revolución orquestal del tango desde los De Caro, Pugliese es el menos profesional de los tanguistas, porque ha sido mejor dotado para la invención que para las tarifas”.
- José Libertella: “Lo de Pugliese fue una especie de pasión para la gente: en los ’50, por ejemplo, el suyo era un estilo muy pulcro pero no era milonguero, y en los tranvías que llegaban a Nazca y Rivadavia al club, a los carnavales, los muchachos llevaban impresos en sus remeras los nombres de cada uno de los músicos: Ruggiero, Camerano, todos. Muy personalizada la orquesta de Pugliese. Siguió avanzando con la época, no se quedó, sabía encontrar el gusto en la gente”.
- Emilio Balcarce: “Era más grande de lo que uno creía. Daba la sensación de ser un hombre frágil, pero tenía una fuerza tal que no lo paraba nadie. Sentía las cosas a su manera, pero no imponía su criterio. Practicaba sus ideas en su vida. Consideraba que la gente tenía que ser más abierta, ayudarse uno al otro, compartir. De allí la idea de la formación de una cooperativa, una modalidad que en su orquesta nunca se disolvió”.
- Daniel Binelli: “Lunes y jueves se ensayaba, y había multas para el que llegara tarde. Se tomaba del porcentaje. Entre las 5 y las 8 de la noche era religioso estar ahí. Lo importante era lo que se cocinaba allí, tanto en lo musical como en lo social. Cómo generar trabajo, cómo hacer que nos respeten. Esas cosas me marcaron un camino de conducta muy fuerte”.
- Joan Manuel Serrat: “Era un buen hombre, en el sentido que le da Machado a la palabra bueno, en el mejor sentido. Artista excepcional, coherente en su obra y comprometido con la sociedad y el tiempo que le tocó vivir. Sufrió por ese compromiso y esa coherencia. Un músico sin concesiones”.
* Textos extraídos del libro Osvaldo Pugliese, de Julio Keselman.
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