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El misterio de Sibilo
Sibilo Campbell es uno de los misterios de la precaria industria local: escondido detrás de un seudónimo, como casi todos, elusivo a la hora de revelar su nombre, o de participar con un testimonio telefónico en esta nota, y a la vez convertido en uno de los popes del pequeño mercado de videos. Su película La boda, muy solicitada en los videos, es el racconto de dos despedidas de soltero paralelas, la de él y la de ella, narradas en simultáneo, como brutal toma de partido a favor del sexo múltiple, desbocado. El de Campbell es un discurso corrosivo: ¡Abajo el amor! Que aparezca la hipocresía entre los novios al pie del altar, el deseo contenido que estalla con prostitutas y strippers antes que con el prometido/a. Desde Producciones del Sur, el cineasta cuenta su historia (protagonizada por Dolores Lux y Tomás Villamil), en la que los novios viven una despedida de soltero desenfrenada. “Ella irá a un club de strippers; él se divertirá en una fiesta con amigos”, dice en la gacetilla. Más clásico que otros nuevos, haciendo foco en los genitales femeninos, atribuyendo una gestualidad barroca a ellas y un ascetismo a ultranza para ellos, el director se mueve entre la cama y el living en igual rutina: masturbación, sexo oral, penetración, como en una coreo convencionalizada que muy pocos transgreden.
Nota madre
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