Conozco casi todo, y hay una tendencia a darle mucho énfasis a la técnica e ignorar el argumento. Algunos están en una etapa muy inferior a lo que yo estoy haciendo, los voy a respetar cuando hagan cualquier película superior a la mía, y no lo han hecho. Lo dice quien manda, que es el público: las mías son las más alquiladas, en los sex shop piden mis películas.... Yo los respeto a todos, y hay algunos cineastas interesantes como Christian Sassi de Córdoba, pero en otros hay una cosa de envidia. Mis críticos me acusan de ser el Tinelli del porno, pero eso es lo que busca y ama la gente: en mis títulos encuentran identificación con la Argentina. Yo no trabajo para los puristas del porno, que quieren una cosa oscura y bizarra; trabajo para otra gente. Yo llego con mis películas a tiendas como Musimundo: le llego al público, no al fanático del porno.